La selección italiana sub 20 de fútbol se convirtió este jueves en la segunda finalista del Mundial Juvenil que se disputa en la Argentina. El equipo europeo derrotó 2-1 a su par de Corea del Sur en la segunda semifinal en el estadio Diego Armando Maradona de La Plata. Cesare Casadei, a los 14 minutos del primer tiempo, abrió el marcador con una gran definición, pero Lee Seung-Won igualó a los 23, de penal para los asiáticos. A los 86 llegó el tanto salvador de Simone Pafundi, quien ejecutó un magistral tiro libre para sentenciar el juego.

De esta manera, la Azzurra se metió en la final del certamen que se juega en la Argentina y peleará por el título ante Uruguay, que previamente había vencido a Israel por 1 a 0. El domingo, a las 18, también en La Plata, se definirá al campeón juvenil.

El conjunto europeo intentó plasmar su juego ofensivo durante los primeros 45 minutos y aprovechó un gran remate desde afuera del área de Casadei para adelantarse en el marcador. Corea utilizó como herramienta el contragolpe para complicar a los italianos y tuvo sus chances. Así llegó a la igualdad gracias a la intervención del VAR.

Corría el minuto 20 cuando Mattia Zanotti le pisó el botín a Bae Jun-Ho, quien cayó dentro del área. El árbitro argentino Yael Falcón Pérez no sancionó la falta en primera instancia, pero fue llamado por sus colegas para revisar la acción. Tras consultar en el monitor, el juez marcó el penal, que transformó en gol Seung-Won.

En el complemento, el encuentro siguió siendo intenso, con llegadas en ambos arcos. Italia estuvo cerca con un cabezazo de Matteo Prati que el arquero Kim Joon-Hong sacó con el pie sobre la línea. El VAR debió chequear si el balón no había traspasado la línea de meta ante los reclamos de los jugadores italianos, pero la intervención del guardameta fue correcta, consigna Infobae.

A cuatro minutos de cumplirse el tiempo reglamentario, cuando todo parecía encaminarse al alargue, apareció un sublime tiro libre ejecutado por Pafundi que se coló en el ángulo de Joon-Hong para generar la algarabía en los italianos, que se quedaron con el pase a la final. Para agregarle más emoción al cierre, en el estadio sonó la canción icónica del Mundial 90: “Un estate italiana”.