-La interna verdadera. Paradójicamente, un acto por demás protocolar como es la proclamación de los diputados nacionales electos en octubre pasado, fue el escenario en donde se exhibió un muestrario significativo de los vientos a veces no tan explícitos que corren en la provincia. El juramento de Raúl Patricio Solanas fue correspondido por el apoyo de una concurrencia mayoritaria con carteles con el nombre de su hermano, el intendente Julio Solanas, y la reivindicación del Presidente Néstor Kirchner. Sergio Varisco cobró relevancia al unificar los abucheos justicialistas. La puesta en escena muestra al solanismo siguiendo una práctica que puso en marcha en el amanecer del 24 de octubre, insinuando sus pretensiones de disputar la gobernación de 2007. Son acciones de suave perfil como si sólo fueran aspiraciones de la militancia que rodea al intendente de Paraná y que sólo son asumidas por declaraciones muy generales que eluden un compromiso explícito por el candidato en cuestión. Otra toma del evento la polariza Varisco, su sórdida soledad, siendo objeto del ensañamiento justicialista sea este solanista o bustista. “El clima político está muy averiado en la provincia”, reflexionó en esas circunstancias el referente del Nuevo Espacio, Emilio Martínez Garbino, con una suerte de solemnidad parroquial pontificando sobre obviedades que le quitan atractivo y calor.
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-¿Chau reelección? Si el tema de la reforma y la reelección no estuvieron presentes en la ceremonia que se comenta, tampoco se recuerda ya la zarandeada “renuncia histórica” del gobernador de la semana anterior. Es como si ésta nunca hubiera existido. Queda claro que fue una ocurrencia fuera de planificación, producto de percibir que no sólo la reelección se esfumaba, la propia iniciativa política se escapa de las manos. Bajada la espumita de esa movida el gobernador se llamó a sosiego y la propia inercia de los acontecimientos instala nuevas situaciones. La alternativa de construir a la propia esposa del gobernador como posible candidata a sucederlo en el 2007 es una de las variantes concretas que se maneja desde los círculos oficiales. El presidente del Instituto Autárquico de Planeamiento y Vivienda, José Orlando Cáceres, es además vicepresidente del Partido Justicialista y uno de los principales voceros del gobierno. Su palabra tiene el valor de transmitir muchas veces el pensamiento íntimo de Busti, y en ese carácter planteó a través de diversos medios de comunicación una virtual proclamación de Cristina Cremer como candidata a gobernadora. No sólo eso. El pasado viernes fue el principal organizador de una cena en la que algunos centenares de militantes escucharon el primer discurso de Cremer ya en carrera. “Saldré a ganarme el cariño de la gente”, dijo en esa oportunidad. No pocos comensales, memoriosos y malpensados recordaron con sonrisa suficiente que en circunstancias pretéritas el actual gobernador proclamó al cardiólogo Domingo Liotta como candidato. Cuando éste comenzaba a diseñar la recorrida provincial el mismo Busti que lo había levantado empezaba a impulsar la candidatura de Mario Moine.
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-¿Donde está la plata? Más de un intendente cavila sobre los destinos de los recursos en la provincia. Casi el cien por ciento de los emprendimientos de obras públicas, viviendas y programas de salud se corresponde a programas y recursos nacionales, aunque es cierto que se observa un saneamiento de las cuentas públicas y el presupuesto 2006 muestra un incremento en los rubros de inversión y obra pública. Por otro lado, puede que el gobernador no tenga programas estratégicos de salud, educación y obras públicas, pero en la tarea de percibir qué piezas mover o reguardar para sobrevivir como referencia política provincia le sobra oficio. No es un genio, pero en la media sobresale con la inteligencia y el olfato que despliega para aquella tarea como punto de atención fundamental. Como buen gobernante avezado Busti percibe con certezas lo que antes ni siquiera intuía. La razón para sacar un aprobado en gestión en estas circunstancias es tener plata en la caja, y así se ha convertido en un exegeta del equilibrio fiscal. Y si interiormente no estuviera convencido, sabrá sopesar cuanto cotiza el holgado superávit fiscal en el éxito de la gestión de Néstor Kirchner. Desde ahí que ya como gobernador puede hacer o no hacer muchas cosas, lo que no va a hacer es quedarse sin plata.
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-Intendentes e Intendencias. Este sentido de ubicación del gobernador puesta en el celo con que maneja los recursos, no es una virtud que se traslade a las intendencias de primera categoría. Más, cuanto más grande es el municipio más preocupante es su situación financiera. Incluso, ciertos observadores hacen notar que algunos municipios con tal de contar con recursos frescos impulsaron blanqueos y moratorias, y tan rápido como ingresó la plata se la gastaron. La situación de esos distritos municipales es por demás delicada y los balances le quitan el sueño a más de uno. El propio intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto (PJ), ha sostenido reiteradamente que la situación de aquel municipio es de terapia. Como es natural en él, frente a los sofocones busca por el lado del endeudamiento duro -a tasas de mercado- y achicando el gasto social. Pero no es el único caso, el municipio de Concepción del Uruguay hace meses que vive una situación de fuerte conflicto con su personal por la imposibilidad de recomposición salarial. Otros municipios menores no le van en zaga. En estos días se transparentó la tensa conciliación de cuentas entre el municipio de Paraná y la provincia. Naturalmente que esa negociación tiene frentes de tormenta por varios lados a partir de la fuerte arremetida sobre las aspiraciones de Julio Solanas a suceder a Busti.
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-El lanzamiento de Cristina. La aparición en la escena política de la esposa del primer mandatario entrerriano es una propuesta que el oficialismo baraja como alternativa concreta. La candidata en cuestión pone esmero en presentar la idea como viable y hace esfuerzo en demostrar que el evento no es improvisado. En ese trajín Cristina de Busti trata de mimetizarse en el perfil de Cristina Kirchner, un ensayo que funciona poco. Pero entrando más de lleno en el tema de los verdaderos contornos de la apuesta, se puede ver que ésta no es otra cosa que una maniobra de las tantas que pone en órbita el gobernador para mantener la iniciativa política sobre todo en la vida interna del justicialismo entrerriano. Eso no quiere decir, se apresuran a decir desde la intimidad del gobernador, que de última la candidata es en definitiva Cristina, pero en lo inmediato las pre
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-Las chances de Solanas. Si bien como bajo perfil, con declaraciones más o menos explícitas, Julio Rodolfo Solanas se metió en la carrera para el 2007. Entre la gente que lo quiere bien se oía decir que salió mal al juego, que entró de costado, empujado por el acoso bustista más que por una decisión mesurada. “En esta coyuntura antes de actuar hay que tomar nota del rumbo que toma Kirchner”, reflexionaban. “Luego de haber ganado las elecciones no sacó de nuevo el tema y se concentra en propalar lo que hace o no hace en la gestión, pero las elecciones no las toca y menos el 2007”, agregaba este ágil observador. Siguiendo las cavilaciones que se comentan se puede ver que Julio Solanas entendió las cosas al revés. Pero bueno, lo que está, está. Ahí están los pasacalles, y alguna que otra declaración donde dice que la provincia “Te quiere y te necesita Julio”. Hay una cuestión que es necesario registrar en el análisis que se hace de la situación política de la provincia. Así como no se puede soslayar que Jorge Busti es el referente más general de la provincia, también es cierto que no despierta euforia y que sectores de la militancia peronista y no peronista viven en silencio la ansiedad de generar una alternativa que demuestre que la política puede ser algo más que un juego de tactiqueo de toma y daca. En esos círculos se pondría mucha fuerza por contar con una alternativa que demuestre al gobernador Busti que el hombre de carne y hueso es mucho más que un registro que se toma en cuenta con el excluyente propósito de supervivir como burocracia de poder.
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