-Patas cortas. La última sesión del presente período legislativo en Diputados configuró el recuadro para el meneado rechazo de la ley que proponía declarar la necesidad de la reforma constitucional. A último momento la bancada del PJ intentó una movida de confusión levantando el proyecto presentado por la diputada provincial de La Red, Lucy Grimalt. Pero igualmente no se logró modificar en nada el tablero de las posiciones. En el seno del bloque oficialista anidaba la convicción de que el rechazo era inexorable, pero bueno, se debía hacer algún esfuerzo para que se tomara nota de que ellos habían hecho todo lo posible por su aprobación y la reelección del gobernador. Aunque, como suelen decir las viejas, la mentira tiene patas cortas. A horas de haber sepultado el proyecto reeleccionista un grupo de diputados encabezados por Enrique Cresto -hijo de Juan Carlos Cresto- amagaba con no consentir tener que sumarse sin más a la propuesta que impulsa Jorge Busti y que tiene como candidato a gobernador a su ministro de Gobierno. Este pronunciamiento de rebeldía a la candidatura de Sergio Urribarri, entre otras cosas, da razón a los muchos que aseguraban que los inconvenientes a las intenciones reeleccionistas de Jorge Busti anidaban no sólo en la cerrazón de los partidos opositores sino también en algunos sectores internos del Partido Justicialista. Las declaraciones y operetas decantaron en pocas precisiones. Este agrupamiento que desafía al verticalismo pretendido por Busti es tan heterogéneo como numeroso. Están aquellos que, como el diputado Enrique Cresto (PJ-Concordia), impulsan la candidatura del intendente de Concordia, algún otro imagina entrar en el dibujo de la mano de Julio Solanas, pero también están aquellos otros que si bien no tienen problemas con los Cresto hacen otra lectura que merece su análisis. Concretamente dudan de la potencialidad del ministro de Gobierno como candidato oficial y preanuncian que expone al justicialismo a una pobre elección e incluso a una posible derrota. Hay por lo menos dos dirigentes justicialistas, viejos lobos de los mares internos, que de frente y mano a mano han puesto sobre la mesa esta opinión directamente al gobernador.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
-Sufrimientos. El hervidero es grande, el horno no está para bollos y cualquiera que conozca algo de los intrincados pasillos justicialistas sabe que esto recién empieza. Si bien el fin de semana Jorge Busti sentenció que “no hay bustismo que no apoye a Urribarri y al que no le gusta que se vaya”, en los mentideros de la casa gris se dice que aquellos que le pusieron sobre la mesa su disconformidad con la candidatura del ministro, lejos de tener una respuesta categórica por parte del gobernador lo vieron casi comprensivo de esas preocupaciones. En la intimidad Busti les habría pedido desensillar hasta que aclare y además tres meses de tregua hasta ver si logra que la candidatura de su delfín tenga penetración social. Los cuestionadores no creen que Busti vaya a retroceder en su postura y pierden el sueño con sus dudas. Las opciones no son muchas, y los grises son rechazados desde ambas orillas. Cuando haya terminado el recreo que impone el Campeonato Mundial de Alemania, la carrera será desembozada y el tiempo de las dudas se irá acortando. Será Busti-Urribarri o Solanas. El ministro de Gobierno conoce como su propia mano a los actores del Partido Justicialista. A veces le alcanza con escuchar en el teléfono cómo les vibra la voz a algunos para percibir de que lado sopla el viento. El repaso de algunas líneas lo intranquilizan y le cuesta discernir cómo viene la mano.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
-Internas. Estos vaivenes llenan de tribulaciones a las principales cabezas del gobierno. Entre el rechazo a las aspiraciones reeleccionistas, el grupo de diputados que anuncia disidencias varias y algunos movimientos del intendente de Paraná, Julio Solanas, resurgen ratones conspirativos de todos los colores y tamaños. Atormentado por el galope de esta particular manada el gobernador aumenta su hiperquinesis y retransmite ansiedades día y noche al candidato. Es que el intendente de Paraná anunció recientemente que se está gestando una alternativa al oficialismo en las internas justicialistas. ¡Para qué!, como dicen algunos agarrándose la cabeza. Jorge Busti intenta desentrañar quiénes con peso propio en la estructura interna del PJ le guiñan el ojo a Julio Solanas para que éste haga públicas esas expresiones. Su ansiedad crece al punto de ver fantasmas y conspiraciones por todos los rincones. Y no es que no los haya, sino que una cosa es conspirar con posibilidades de articular una fuerza alternativa y otra muy diferente es querer pero no poder salir de estados que son embrionarios, timoratos y fragmentados.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
-Otros. Como siempre suele suceder, las penurias de algunos se traducen en placer para otros. La política no rompe con esta relación elemental. Días pasados se comentaba el encuentro de un sector del kirchnerismo entrerriano en la ciudad de La Paz convocada por la intendenta Lidia Nogueira. Esa reunión como dato organizativo más concreto concluyó convocando para otra reunión similar en la ciudad de Gualeguaychú el día 15 de julio. Al parecer, esta reunión de Gualeguaychú se estaría organizando en pos de afirmar la identidad kirchnerista del sector peronista de la Concertación Entrerriana que se agrupa en el Partido Nuevo Espacio. La apuesta por Kirchner quedaría reafirmada con el lanzamiento en la provincia del agrupamiento nacional Movimiento Evita, que lidera el vicejefe del Gabinete de Ministros de la provincia de Buenos Aires, Emilio Pérsico. Por su parte, los allegados a Solanas aseguran que en cada visita al interior encuentran buena recepción en sectores militantes. Se trabaja en reuniones sin mayor publicidad donde se prioriza la charla con la militancia, “cosa de ir dando forma al proyecto provincial”, comentan sus operadores que con más frecuencia que la aconsejada compran espejitos de colores. Lo cierto es que tanto el ambiente que rodea al sector peronista de la Concertación Entrerriana como el que se forma tras el tranco de Julio Solanas va decantando en una corriente que se entusiasma en la construcción de una alternativa a la propuesta del gobernador Busti y el Partido Justicialista. Expresiones comunales del radicalismo muy en silencio también alientan tener protagonismo en una apuesta con este perfil. En estos espacios se insinúa una tendencia social que busca una sintonía más ligada a la política que propone el Presidente Kirchner. Aunque no pierden de vista que muy probablemente Kirchner termine bendiciendo la propuesta de Busti. Sin embargo, la caída definitiva de la reelección del gobernador estimula fuertemente la afirmación de aquella tendencia. De todas maneras, las posibilidades de que esta corriente coagule en propuesta política dependen de referentes políticos muy concretos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
-Mundial. Una vez más el Presidente Kirchner no se fija en el calendario cuando de generar impactos políticos se trata. En otros tiempos no hubiera sido extraño que un Presidente argentino pospusiera giras en el exterior, máxime cuando prometían buenos resultados, por fuera del calendario del Mundial de fútbol. Pero el Presidente actual es distinto, aun en estas pequeñas cosas. Así es y el hombre se mandó hasta la madre patria con una camiseta del seleccionado nacional en el bolsillo sabiendo que el costado futbolero entusiasma tanto al Presidente español, Rodríguez Zapatero, como al propio Rey. Pero más allá de los colores y ritos de una gira presidencial lo notable en esta oportunidad ha sido la postura frente a los empresarios españoles. Néstor Kirchner pasó directamente a la ofensiva, convocando a invertir en la Argentina “pues nunca han tenido las perspectivas y las garantías” que brinda la actual situación del país. Esta afirmación que comprende también un desafío ubica al Presidente y a la Argentina asentados sobre resultados concretos. Y a eso los españoles lo entienden en su justa dimensión porque supieron vivir con mucha aprehensión el proceso de colapso que conmovió la economía, la política y las instituciones cuando el plan de convertibilidad entró en agonía.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
-Reflexiones. Cualquier futbolero sabe que el buen juego de por sí no garantiza el triunfo y hasta el mejor puede terminar en el avión de regreso por un fallo arbitral desafortunado. Pero la alegría, el viaje al cielo durante 90 minutos sólo lo logra el “jogo bonito”. Y ahí está la Selección Nacional imaginada y amasada desde hace muchos años por José Pekerman que tal vez acunó este sueño ahí en el corazón de la entrerrianía en los parajes de Villa Domínguez. Lo cierto es que el DT argentino pone a la Selección arriba con un juego por el que nadie daba un peso. Tocar, asegurar la pelota, circular hasta encontrar los huecos es el catálogo básico de esta forma de cultivar el juego. Una vez concluido el duro triunfo frente a México, cuando le preguntaron qué pensaba sobre la confrontación con Alemania, nada menos que el dueño de casa, el técnico argentino contestó de una manera que por sobre todo es una forma de concebir la vida: “Es un encuentro deseado pues son dos potencias futbolísticas con estilos diferentes”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)
