Negocio, oportunismo, pasión o simplemente la sensación que se siente cuando se prueba el sabor de la conducción. Como sea, la vida política entrerriana está signada por la participación de numerosos dirigentes deportivos o, según el caso, habrá que decir que se da a la inversa. Un repaso por los nombres de boletas y de grilla de funcionarios que se cruce con las planillas de la conducción del fútbol entrerriano arrojaría resultados sorprendentes. Los cuatro candidatos con mayores chances de acceder a la Gobernación entrerriana tienen un pasado o un presente fuertemente ligado a la actividad futbolística entrerriana. Que en materia de logros deportivos la provincia de Entre Ríos no sepa lo que es el lustre desde hace décadas, puede ser motivo de lecturas jocosas o chanzas de cualquier tipo. Lo cierto es que fútbol, los entrerrianos, tienen el que pueden, y políticos los que eligen. Candidatos a diputados, funcionarios, concejales, aspirantes a las intendencias, lo que busque se encuentra en una tribuna dominguera de puro grito.

Jorge Riani

“Trampolín” es la palabra que grafica cualquier idea cuando se habla de política y fútbol. Es la explicación más simple a la que se echa a mano cuando se busca entender la íntima relación que existe entre la práctica política de no pocos dirigentes y la actividad deportiva especialmente ligada al fútbol: “se usan las canchas y la llegada a la masa de gente como trampolín para la actividad política”, será la explicación que tienen, incluso, muchos de los referentes que gastan sus horas entre esos dos campos.

Pero la situación va mucho más allá y admite interpretaciones diversas y complejas, según el caso. En este punto hay que admitir que la fecha electoral que se advierte a la vuelta de la esquina llegará con el protagonismo de un nutrido grupo de políticos-dirigentes deportivos. Quizá como pocas veces visto en la provincia.

Desde ya que los cuatro principales candidatos a gobernador están estrechamente vinculados al deporte. Quizás el caso sobresaliente es el Julio Solanas que llegó a inscribir su nombre en las crónicas futboleras de los diarios de alcance nacional, entre titulares de jornadas afistas con aquel recordado equipo de Patronato de 1978. Pero no es menos cierto que su principal contrincante, Sergio Urribarri, logró emparentar también su nombre a la idea de fútbol y no sólo por el hecho de que su hijo Bruno esté ganando terreno en el equipo de Boca Juniors por el lateral izquierdo o porque su otro hijo haya integrado el plan de inferiores de Unión de Santa Fe, club con el cual el ministro en uso de licencia tiene estrechas relaciones amistosas y comerciales.

Jugador uno, dirigente que terminó como representante de futbolista el otro, así los dos candidatos justicialistas precalientan para salir a jugar la final más importante de su carrera política. El caso del candidato por la Concertación Entrerriana no es ajeno al asunto, como no es ajeno el apellido Martínez Garbino a la comunidad deportiva de Juventud Unida de Gualeguaychú, de la cual Emilio fue un referente dirigencial clave. Uno de sus hermanos es uno de los hombres clave del Consejo del Fútbol del Interior de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA).

El candidato a gobernador radical Gustavo Cusinato, en cambio, puede mostrar sus credenciales de deportista consumado como jugador de primera división del deporte de la cual su ciudad es un fuerte bastión referencial: el voley.

Pero el fútbol tiene tal incidencia en la vida política que en Juventud Unida sobró entusiasmo cuando trascendió la fuerte relación entre Emilio Martínez Garbino y Carlos Heller, de quien se hizo valer, al momento de las ilusiones apresuradas, su condición de ex presidente de Boca Junios más que la de un referente del cooperativismo.

Apuesta al gran batacazo

De la suma de situaciones que vinculan el fútbol a la política, la que se refiere a Futbolistas Entrerrianos (Futer) es la más llamativa por su implicancia y alcance. En torno a esa denominación giró la sociedad conformada por familiares del actual candidato a gobernador y ministro político en uso de licencia Sergio Urribarri; el ex diputado provincial y actual representante entrerriano en el Ente Región Centro, Raúl Taleb; el ex titular del Instituto Autárquico Provincial del Seguro, Rubén Zapata, y el ex diputado provincial radical y ex concejal paranaense, Julio Rodríguez Signes. En verdad, en las inscripciones publicadas en el Boletín Oficial figuraba su hermano como integrante de esta sociedad.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)