Intervenir en las causas por violaciones a derechos humanos en la dictadura es uno de los hitos en su carrera, pero lamenta las demoras y las chicanas. Lo que más le molesta del sistema judicial es la morosidad, y más si se trata de este tipo de casos. Acerca de las demás causas que se tramitan en la dependencia a su cargo, Gabriel Chausovsky revela que se nota un aumento de los casos de tráfico de estupefacientes, que existen investigaciones en marcha y también desliza que habrá prontas novedades en torno a las causas sobre las pasteras.

Luciana Dalmagro

El edificio está desierto a las seis de la tarde. Una puerta de madera inmensa permite el acceso a un salón algo sombrío en el que desembocan seis puertas. Tras una de ellas hay un despacho pequeño, alfombrado, con telones de paño rojo que recubren tres de las cuatro paredes. Música clásica sale de una pequeña radio pero nada logra atenuar el ruido que proviene de la calle. Hay libros desordenados, portarretratos con fotos familiares, algunas reproducciones de láminas artísticas y bajo el vidrio de una mesa divierte una tapa de la revista Humor en la que Carlos Menem, libro en mano, le pide un autógrafo a una estatua de Sócrates.

Desde esa oficina, Gabriel Benjamín Chausovsky preside desde hace 23 años la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná. Está sentado en un sillón de cuero marrón, con buen ánimo para charlar, pese a la tos que lo obliga a interrumpirse a cada rato, según explica, culpa del aire acondicionado.

Las causas por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura le parecen, sin dudar, las más trascendentes en las que ha intervenido. Pero se queja por el atraso que sufren. “Más allá de las demoras históricas, es lamentable que siga habiendo retrasos por chicanas”, se despacha, y piensa que será mucha la gente que se molestará por esta situación. Sabe que su rol y sus criterios generan resquemores en algunos ámbitos. “Tengo opiniones formadas sobre este tema desde hace mucho tiempo y hay gente interesada en que yo no esté acá, en que no actúe en este tipo de causas”, añade.

Chausovsky fue noticia y cobró notoriedad en el ámbito jurídico a fines de los 80, cuando consideró, junto a un puñado de 14 magistrados de todo el país, que la ley de obediencia debida y los decretos de indulto eran inconstitucionales. “Ahora el asunto está de moda, pero yo opiné de esa manera entonces por pura convicción y hubo muchos que podían pronunciarse así y no lo hicieron”, protesta.

Las pintadas reclamando justicia siguen adornando el frente del edificio y al magistrado no le parece bien que algunas formas de protesta no respeten los espacios comunes a todos los ciudadanos. Cuenta que hubo que hacer un expediente para solicitar la refacción, que los gastos correrán por cuenta de todos. “Hasta de algún modo abonará su parte el chico que tiró la pintura”, se resigna.

Recuerda que estaba trabajando en su oficina el día de la manifestación y reconoce que haber participado en la tramitación de estas causas es una de sus mayores satisfacciones profesionales. “Nunca hubiera pensado que expedientes de semejante trascendencia iban a pasar por mis manos”, se enorgullece.

Adicto al trabajo

Delitos tales como tráfico de estupefacientes, lavado de dinero, evasión impositiva, secuestro extorsivo, contrabando, evasión y falsificación, entre otros, son los que llenan los gruesos expedientes que pueblan el escritorio de Chausovsky.

-¿Cuál es la magnitud de las violaciones a la Ley Penal Tributaria que se cometen en Entre Ríos?
-Hay bastantes delitos, grandes y chicos. Se puede decir que existe un importante nivel de evasión en la provincia, pero sobre todo nos llegan causas pequeñas y medianas. Estar frente a peces gordos es algo infrecuente. No sé si es porque no hay o porque no nos enteramos.

-¿Y en cuánto al tráfico de drogas?
-En las causas que vemos se procesa a la gente que transporta, no a los cabecillas de bandas. A esos no los agarran en ninguna parte. Son muchas causas y se puede hablar de un aumento. Entre Ríos sigue siendo un lugar esencialmente de paso, pero cada vez detectamos más casos en los que nuestra provincia es el destino de la droga. También van variando las modalidades de transporte de los cargamentos, que son cada vez más ingeniosas.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)