S. M.

Tras haberse desencantado de la política partidaria hace unos años, Pablo Canavelli, el candidato a intendente de Paraná por el Partido Humanista, parece volver al ruedo. Con antecedentes de haber participado en la Coordinadora de Centros de Estudiantes Secundarios en los 80 y en la corriente interna que Fabián Rogel encabeza en la Unión Cívica Radical, Canavelli confiesa que en 1999 pensó dejar la actividad para siempre, al “ver que era todo más de lo mismo, que estábamos todos en el mismo barro, que en realidad todo lo que se proponían como opciones de cambio no cambiaban nada. Cada vez que te metías más adentro se veía que era todo lo mismo y que adentro todos se ponían de acuerdo”, recordó. Pero en 2001, por la militancia dentro del Centro de Estudiantes de Humanidades de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), conoció el Movimiento Humanista y cambió de parecer.

Según explicó, este pensamiento se plantea como corriente filosófica y espiritual “que propone una revolución interior, humana, de volver a poner al ser humano por encima de todas las cosas, y que no haya un ser humano por encima del otro”, relató. Ya en la arena electoral, este movimiento fundado en 1969 por Mario Luis Rodríguez Cobos constituyó un partido en 1984, que en la provincia se presentó por primera vez en 1999. La meta, describió Canavelli, es generar una herramienta política para instrumentar desde el Estado todos los cambios que se plantean para la sociedad.

-¿Cómo se trasladan a una propuesta municipal los ideales del Movimiento Humanista?
-Con la premisa del poner al ser humano por encima de todo, se lo puede trasladar a todos los ámbitos, ya sea de la vida política, económica, social, familiar y laboral. La filosofía se puede aplicar a esto. En lo municipal, por ejemplo, podemos ver lo básico que la economía dentro de un país, provincia o municipio, tiene que ser mixta. Donde haya capital privado trabajando, pero donde el control de las empresas públicas lo tenga el Estado. Porque el Estado es el que tiene que controlar que no prime el poder económico por sobre los beneficios que necesite de la gente. El transporte público: no puede ser que estemos sujetos y expuestos a la extorsión de empresarios y padeciendo un transporte deficitario en cuanto a servicio.

-¿Y cuál sería la solución del transporte público?
-Caducar el actual contrato y llamar a una nueva licitación donde sea una empresa mixta, donde haya participación del Estado y privada, pero con control del Estado. Otra propuesta que podemos trasladar es la creación de un nuevo banco municipal. Pero esta vez direccionado nada más que a la financiación de pymes, microemprendimientos, viviendas sociales y obras públicas.

-¿Y con qué se capitalizaría el banco?
-Con una parte privada y otra estatal. Volvemos a lo mismo, sería un banco mixto.

-¿Y de dónde se pondría el Estado?
-Bueno, ése va a ser un trabajo desde el Estado.

-¿Ustedes piensan en la provincia, la nación?
-No, no. Es hacer un trabajo con el empresario entrerriano, paranaense, tratar de explicarle esta lógica: si tenemos un ciudadano que está contenido socialmente, que económicamente comienza a revertir su situación. Porque si no tiene la posibilidad de armar su pyme, porque no tiene de dónde financiarla, porque nadie se lo da, si el Estado le ofrece la posibilidad junto al empresario más grande que tiene capital como para poder invertir en un banco de su ciudad, en vez de depositarlo en un banco extranjero, dárselo al pequeño empresario, al que pueda construir su vivienda social. Todo esto va a generar un movimiento económico que también lo va a beneficiar.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)