Silvio Méndez
En Paraná se lanzó la convocatoria para la agremiación de todos los empleados de motomandados. Tomando como referencia la lucha y reivindicaciones que en el país plantean otros grupos de obreros flexibilizados, el objetivo es blanquear la ocupación. Además de beneficios sociales y seguridad, se pretende no sean discriminados, como ha pasado con algunas empresas que no reconocían el desempeño de sus tareas. En el orden legislativo, la comuna cuenta con un proyecto de regulación del servicio de cadetería que aguarda una definición en comisión del Concejo Deliberante. De todos modos, la normativa apunta a la habilitación y control sobre el funcionamiento de la empresa. Por otro lado, en la Cámara de Diputados de Entre Ríos se está trabajando en una ley provincial, e ingresó una propuesta para que el 20 de diciembre sea declarado su día, recordando el asesinato de Gastón Riva y la participación de los mensajeros en las jornadas de 2001.
Desde la ciudad de Paraná, y con la idea de extenderla a toda la provincia, se abrió la convocatoria para el registro y agremiación de los empleados de motomandados. La iniciativa cuenta con el apoyo del Sindicato Independiente de Cadetes y Mensajeros (Simeca) de la ciudad de Buenos Aires y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), y pretende constituir formalmente la filial local. A partir de esta medida, el principal objetivo de los impulsores es lograr el blanqueo y reconocimiento de este tipo de trabajo y, desde allí, exigir una serie de reivindicaciones laborales y sociales. Esta iniciativa tiene una experiencia inmediata en un movimiento de empleados de cadetes de la ciudad de Paraná que se constituyó en 2005. Asimismo, en el ámbito nacional, la lucha de los mensajeros de la Capital Federal y una serie de planteos de otros grupos de oficios flexibilizados como los obreros de telemarketing, de limpieza de los subtes y de seguridad de los Trenes de Buenos Aires (TBA).
En diálogo con ANALISIS, la delegada normalizadora del Simeca de Entre Ríos, Andrea Roxana Retamar, recordó que hace dos años se empezaron a organizar “en el Movimiento de Empleados de Cadetería Agrupados (MECA). Esto fue a partir del problema de los bancos, que no nos dejaban entrar en ciertas sucursales en la ciudad de Paraná. Nos juntábamos en casa de familias, en la calle, primero con este desafío de poder entrar a todas las sucursales del BERSA. En su momento lo logramos, después volvió el problema, y ahora llegamos a un acuerdo”, señaló. El conflicto estaba dado porque en el Nuevo Banco de Entre Ríos no se les permitía ingresar a los mensajeros a pagar los impuestos y servicios contratados por sus clientes. Luego de una serie de tratativas como sindicato, recientemente se llegó a un acuerdo con la gerencia operativa, que permite el pago de hasta 10 boletas en todas las sucursales, y por mayor número, en las cajas especialmente habilitadas en la central y las filiales de calle La Rioja y de Ramírez y Pasteur. Igual modo de discriminación con los cadetes sucedió en el Círculo Médico de la ciudad de Paraná, que no les permitía el ingreso a su edificio de calle Urquiza para el pago en efectivo de las cuotas de sus asociados. En este caso, merced a los reclamos sindicales, también “levantaron” los carteles de no admisión. Igualmente, Retamar advirtió que se recibirán cualquier tipo de denuncias respecto a la violación de lo pactado, así como si sucediese un modo de segregación en otros ámbitos públicos.
En lo que se refiere a la nueva etapa como sindicato, se indicó que se encuentran en plena etapa de afiliación, en vista a convocar a una asamblea que pueda elegir las autoridades. “En la convocatoria entran mensajeros, cadetes, delivery, cobradores, los que reparten volantes, que trabajen como autónomos, monotributistas, desempleados o con relación de dependencia. Es amplio el llamado”, se comentó. Cuando se pregunta sobre los objetivos trazados, la respuesta es clara: “El blanqueo. El mínimo vital y móvil, la (inscripción a una) Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART), vacaciones, aguinaldo. Esto para el caso de los empleados. Para los independientes, hay que estudiar el tema. Ver si están dentro de alguna mensajería que ya están o se agrupan en cooperativas”. En relación con los prestarios del servicio, desde el Simeca se aspira puedan constituir una cámara de empresarios, “y se sienten a charlar con nosotros para abrir las puertas del debate para el convenio colectivo. Porque nosotros, en este momento, no tenemos contacto con ellos. Hemos tratado de llegar, pero no nos quieren atender”, comentó.
Sobre las condiciones de trabajo, Retamar describió que “estamos todos en negro. No tenemos obras sociales. Estamos en relación de dependencia, cumpliendo horarios, a veces se nos exige más de ocho horas de trabajo. No nos dan ningún material para trabajar, la ropa cuando llueve, las botas; nosotros ponemos los vehículos, el capital humano. Por ahí nos obligan, como algunos que quieren que tengamos seguro contra terceros, pero vos vas a las aseguradoras y por ser cadetes no te aseguran. Si vos te enfermás no trabajás, no comés, no te reconocen nada”, descargó. Por su parte, para el caso de los independientes, monotributistas, el panorama no deja de ser menos desalentador. “Si no paga, no queda el beneficio. Si no sale no trabaja, no genera ingreso. Lo ideal es formar una cooperativa, pero están en la misma o peor situación que los que están en cadetería (en relación de dependencia). Los que se fueron a independientes, son los que se cansaron de la explotación de otros. En una cadetería, por lo menos, tenés el apoyo de tus compañeros; ellos están solos”, figuró.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
