Claudio Cañete
El transformista Pablo Millán y su espectáculo es una de las propuestas que reactivaron el Cine Rex como sala de teatro. Se trata de su show cómico musical Riendo por un sueño, con el que hizo 69 funciones este último verano en Mar del Plata. En diálogo con ANALISIS el actor anticipa sus próximos proyectos, habla de los secretos del transformismo y hace un balance de su reciente paso por La Feliz.
Pablo Millán ya lo ha aclarado varias veces, el nombre de su espectáculo Riendo por un sueño -y aunque en su elenco figura el bailarín Luis David Jazmín- no es una cuestión de oportunismo en relación al reconocido programa de Marcelo Tinelli, Bailando por un sueño. Si bien muestra esta coincidencia, Millán se encargó de señalar que el título ya estaba antes de que el programa y el protagonismo de Luis David Jazmín explotaran en la opinión pública. Pero más allá de esto, que es anecdótico, la trastienda y el pensamiento de un artista que poco a poco ha instalado su arte bien puede ser una previa antes de ir a ver su show que todos los sábados está presentando en el Cine Teatro Rex.
-Volviste de la temporada en Mar del Plata y casi enseguida arrancaste con tu espectáculo en el Rex. ¿Te tomaste algunos días de vacaciones?
-Sí, sólo unas pequeñas vacaciones, fui a Carlos Paz cuatro días para organizar el show que voy a hacer con Pablo Rey en el mes de mayo, pero necesito tomarme unas vacaciones más largas en algún momento, no olvidemos que terminé el año con muchas fiestas privadas -despedidas de año, cumpleaños-. Luego me fui a Mardel a hacer 69 funciones sin parar. Ahora vuelvo y sigo... el cuerpo ya dio un aviso, tengo que tener un momento donde deje esto y sólo descanse, lo necesito. El 23 de mayo cumplo 20 años con el humor y es mucho tiempo. Pero tampoco soy una persona que soporte mucho el ocio, sólo unos días y punto... a laburar, eso me energiza.
Millán fue nominado por primera vez a los Premios Estrella de Mar en la temporada 2006 por el espectáculo Custodio de tu risa en el rubro “Mejor espectáculo de Humor”. Fueron aquella vez 66 funciones y 15.000 espectadores, cifra que superó este año. Allí también fue nominado y ganó el Premio Algas del Mar 2005 y el 2006.
-Sigamos con Mar del Plata. A la vuelta, en algunas entrevistas manifestaste tu enojo con los premios Estrella de Mar. ¿Qué pasó? Y en todo caso, ¿qué recaudos vas a tomar para la próxima temporada?
-Nada raro, simplemente sentí este año que las ternas estaban cantadas, o sea, era obvio quién ganaría, y yo me equivoqué al elegir el rubro en el que queríamos participar, puse “Humor grupal” y en realidad lo nuestro no es un grupo de humoristas… Hubiese tenido que ser Music Hall, pero competíamos con Artaza y Moria. Lo sentí ridículo, sólo eso.
-¿En Paraná qué respuesta tiene el espectáculo Riendo por un sueño?
-La mejor, pero el público al conocerte es mucho más exigente y eso me gusta mucho por un lado, pero por el otro a veces me siento entre la espada y la pared. Cuando armo algo hasta intuyo lo que van a decir, y cuando eso mismo se muestra en otro lugar es diferente. Ellos sé que me quieren y me aceptan en su mayoría y yo no quiero defraudarlos, es una responsabilidad enorme. Siempre me parece que lo que hago es poco. Hay mucho por dar, mucho por hacer.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
