Una verdadera guerra de acusaciones estalló en el seno de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles. El histórico gremio de gran incidencia en el espectro de sindicatos peronistas sufrió una fisura y abrió una grieta por la que escaparon serias denuncias de irregularidades administrativas. A las declaraciones del ex secretario adjunto del gremio y ex vicepresidente de la mutual, Evaristo Bustos, se suma la replica del sector oficial del gremio que responde a Pedro Comas. En ese marco desembarcó una intervención a cargo de personas vinculadas con este histórico dirigente gremial. Bustos había hablado de “desfalco” y deudas millonarias del gremio, mutual y obra social de los trabajadores de entidades deportivas. Desde la vereda de enfrente le respondieron: “Acusa porque está jaqueado”, y aseguran que ese dirigente desvió fondos, vendió cheques y trabaja en direccionar la cartera de beneficiarios de préstamos sociales en favor de entidades comerciales privadas. Desde ambas trincheras amenazan con denuncias penales.
Jorge Riani
Un millón aquí, un millón allá. Esa cifra por la que en las películas matan y mueren es la que usan como sujeto de oraciones acusatorias las partes de la resquebrajada conducción del gremio de los trabajadores de clubes. Es que la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC) quedó en el ojo de la tormenta a partir de una seria denuncia que tomó estado público con los datos que un ex dirigente de esa entidad, Evaristo Bustos, ventiló a través de los diarios paranaenses.
Bustos fue, nada más ni nada menos, que secretario adjunto del sindicato y vicepresidente de la mutual de ese gremio: MUTEDYC. Desde esos lugares se paró para acusar a la conducción encarnada en la persona del gremialista Pedro Comas, hasta hace un par de semanas secretario general del sindicato.
El enfrentamiento entre dirigentes es la grieta por la cual asoman denuncias de tal magnitud que permiten advertir que se está frente a un caso de verdadero escándalo financiero. Porque Bustos dijo lo suyo y la fracción enfrentada no se quedó callada y contraatacó dando su versión. También se habla de cifra millonaria y entonces da escalofríos repasar el tenor de la acusación.
Bustos fue el primero que tiró la piedra al contar en el diario Uno que -según su estimación- la obra social adeuda 700.000 pesos a los prestadores de salud, mientras que la mutual acarrea una cuenta impaga de alrededor de un millón de pesos y el sindicato, aproximadamente 900.000 pesos. “Desfalcos” fue la palabra que utilizó.
“El gremio (UTEDYC), la obra social (OSPEDYC) y la mutual (MUTEDYC) son instituciones totalmente distintas, con regímenes jurídicos, pero eran manejadas por las mismas personas y hubo desfalcos”, sintetizó Bustos en declaraciones al medio impreso.
La situación que se vive en el seno del combo de entidades gremiales es sorprendente y con ribetes llamativos.
En primer lugar habrá que decir que no es un hecho intranscendente que Pedro Comas haya dado un paso al costado para dar ingreso a la interventora: la ex secretaria gremial Silvana Famea.
Pero adentrándose en el terreno de lo asombroso hay que ver el modo en que se contradicen las versiones. Porque mientras que para Bustos, las presentaciones administrativas por supuestas irregularidades “tuvieron el apoyo del cuerpo de delegados y de un grupo de afiliados”, para el sector que responde a Comas esa conducción es la que le expulsó al denunciante Bustos por irregularidades que se les imputan.
La noticia del matutino daba un dato objetivo: “La Secretaría Entre Ríos de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (UTEDYC) tendrá una interventora. Será la ex secretaria gremial Silvana Famea, que fue designada por la comisión ejecutiva nacional de la organización sindical para reemplazar en el cargo a Pedro Comas”. El caso es que esa conducción nacional tiene como segundo hombre de mando al mismísimo Comas, de modo que esto muestra un flanco endeble en la versión del denunciante. No es entonces que las autoridades nacionales olfatearon corruptela y mandaron una interventora que, por otro lado, es cercana a la conducción del histórico dirigente.
El contraataque
Desde la conducción a la que Bustos apuntó por el desfalco se admite una cifra significativa, puntualmente del orden de los 600.000 pesos que fueron “indebidamente cobrados” en el ámbito de la MUTEDYC, dicen desde el sector de Comas. Es ahí donde ponen en la mira al ex secretario adjunto del sindicato. “Se produjo desvío y extracción de fondos”, rematan.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
