Daniel Enz
Víctor Hugo Dinamarca es un oficial penitenciario retirado y está acusado de haber oficiado de nexo entre la ESMA y el Servicio Penitenciario Federal durante la última dictadura. Fue uno de los principales jefes de seguridad del pool de empresas de Alfredo Yabrán. Desde hace unos años llega casi periódicamente a Paraná, donde está haciendo fuertes inversiones, asesorado por su amigo, el empresario Hugo Lifschitz y el contador Gustavo Gioria, actual Tesorero General del gobierno entrerriano. Su última inversión superaría el millón de dólares, en la construcción de un coqueto edificio en calle Santa Fe, casi Mitre, recién puesto a la venta, según confirmó ANALISIS. Dinamarca logró estrechas vinculaciones en el poder político entrerriano, como así también con varios empresarios paranaenses, con los que incluso suele vacacionar cada verano.
Durante años, el hombre fue poderoso dentro de la estructura de seguridad de Alfredo Yabrán. Durante años también, en plena dictadura, tuvo un rol clave, como contacto entre los grupos de tareas de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) y el Servicio Penitenciario Federal, donde prestó funciones por varios años. Parco, autoritario, casi siempre vestido de negro, de excesivo bajo perfil -como su ex jefe fallecido en 1998-, amante de las armas más sofisticadas o de los automóviles último modelo, el alcalde mayor retirado Víctor Hugo Dinamarca hace ya algunos almanaques que viene apostando a concretar fuertes inversiones inmobiliarias en Paraná, aunque siempre pasa desapercibido. Cuando ANALISIS denunció sus primeros movimientos en la capital entrerriana, hace ya unos años, nadie hizo comentario alguno. Ahora, su apuesta, se quintuplicó. “Ya es casi un paranaense: viene seguido con su familia, puso mucho dinero en varios proyectos y está en contacto con encumbrados hombres del poder político y empresario de la ciudad”, señalan los más conocedores. Algunos de estos últimos hasta han vacacionado en Punta del Este o Brasil con el ex hombre fuerte de Yabrán, como si no pasara nada.
Su principal lugarteniente en la ciudad no es otro que Hugo Benjamín Lifschitz, un polémico empresario local, hermano de Sergio Lifschitz, con el que también trabó amistad en su momento y disfrutó de su compañía en más de un lugar de verano. Se conocieron en empresas de Yabrán en la década de 1980, en Resistencia (Chaco), en tiempos de la histórica y vergonzosa pelea entre Ocasa y el Expreso paranaense Los Pinos, de los hermanos Harispe, por el manejo del clearing bancario en la región. Pero la relación va más allá: buena parte del dinero que mueve Dinamarca a través de Lifschitz lo hace con el directo asesoramiento del contador Gustavo Gioria, Tesorero General del Gobierno de Entre Ríos, quien surgiera del riñón del ex funcionario bustista, Oscar Horacio Pacha Mori, en tiempos en que ambos estuvieron, allá por fines de los años ‘90, en la Dirección General de Rentas (DGR), en la primera gestión de Jorge Busti. De hecho, Gioria es el contador personal de Lifschitz desde hace muchos años. Y Lifschitz con Mori siempre hicieron buenos negocios, además de ser amigos desde hace más de 25 años. Un dato es contundente: Mori fue testigo del casamiento del anterior matrimonio de Lifschitz, por expreso pedido de Hugo.
Otro de los personajes políticos con los cuales suele mantener encuentros Dinamarca en Paraná es con el ex diputado nacional José Carlos Conde Ramos (PJ), quien, se sabe, siempre mantuvo estrechas relaciones con los Lifschitz. El ex legislador del Grupo de los Ocho que enfrentó a Carlos Menem en 1989, devenido después en menemista y ahora en kirchnerista, habría recibido más de una vez al alcalde mayor de pelo cano, en su residencia de calle Mitre.
Inicialmente, Dinamarca apostó parte de su dinero al levantamiento del Hotel Posta del Sol, ubicado en proximidades del complejo del Túnel Subfluvial, que a fines de 1998 estaba a nombre de una sociedad fantasma uruguaya y luego quedó bajo la tutela del testaferro José Darío Fornés, quien hace escasas semanas fue desplazado. Lifschitz siempre trató de negar su relación con el hotel mencionado, pero en el sector empresario paranaense se conoce su vinculación y hace algunos días quedó al descubierto cuando mantuvo una reunión con el titular de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), Santiago Gaitán y los medios periodísticos señalaron que el empresario participó “en su carácter de dueño del Posta del Sol”.
Pero, a su vez, se agregó a sus inversiones, desde fines de 2000, un coqueto complejo de bungalows en Pueblo Brugo (Departamento Paraná), denominado Las cabañas de Hugo, que actualmente está a nombre del padre del contador Gioria: Domingo Alejandro Gioria. Obviamente, la mención de Hugo no es casual y en la pequeña población buena parte de sus vecinos saben que Lifschitz es el dueño, aunque no figure como tal. No obstante, el empresario va seguido por allí y para alojarse en la zona, Dinamarca también suele adoptar ese bello lugar, pegado al río Paraná. Las cabañas tienen dos plantas, todas las comodidades que requiere un hombre de buen vivir que llega desde grandes zonas urbanas y, además, dispone de un bar comedor confortable y moderno.
En realidad, Dinamarca -nacido en 1944- aparece poco y nada en las varias sociedades constituidas en las escribanías de Víctor Badano (hermano de una luchadora y valiente mujer que durante años sufrió la cárcel y la tortura en la dictadura) o de Jorge Yoyi Nanni, un notario históricamente vinculado al radicalismo. Por lo general, el ex represor penitenciario ubica como socia a su esposa, Gladys Susana Castillo, con domicilio en Capital Federal. La mujer tiene otra particularidad: es hija de Juan Carlos Castillo, más conocido como La Serpiente y ex suboficial penitenciario en pleno gobierno militar.
En la única sociedad en la que aparece Dinamarca es en la recientemente conformada Socaho SA, con sede en esta provincia, según lo publicado por el Boletín Oficial de Entre Ríos el 14 de marzo y con un amplio objeto social: desde constructora hasta servicios inmobiliarios, financieros, de hotelería, agencia de viajes, de automotores, embarcaciones, de explotación de playas de estacionamiento o eventos culturales, editoriales, incluyendo además “gerenciamiento de instituciones y/o equipos deportivos”. Se constituyó con un capital inicial de 320.000 pesos y tiene como socios, además del ex represor penitenciario, a Soraya Mercedes Gastiazoro -actual esposa de Hugo Lifschitz- y su hermana Elvira Andrea Gastiazoro, ambas domiciliadas en Paraná.
Pero la principal inversión de la dupla Dinamarca-Lifschitz se concretó a principios del año pasado, cuando ambos decidieron poner en marcha el edificio de calle Santa Fe 665, a escasos metros de Mitre. La inversión habría rondado unos 1,6 millones de dólares, para la construcción de un total de 12 pisos, sobre 1.900 metros cuadrados cubiertos, ideado por el arquitecto Alfredo Stipch, ex socio del ex funcionario bustista y luego menemista, Walter Grand, quien falleciera el 2 de junio de 1995, al caerse a aguas del Río de la Plata el avión de Líneas Aéreas de Entre Ríos (LAER), en el que viajaba junto a otros seis ocupantes, de los cuales cinco también perdieron la vida.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
