Hugo Remedi
“Verla a Nina Peloso pugnar por más comida, más planes Trabajar y bailando con Tinelli es una fotografía que debería llamarnos a la tristeza”, reflexionó el diputado provincial Fabián Rogel (UCR-Paraná) en entrevista con ANALISIS. Dijo que la sociedad está adormecida y que no castiga los errores históricos con la misma vara y que por eso es mucho más permisiva con el peronismo y cuesta más conseguir un voto como radical. Aseguró que no piensa pelearse con Varisco y que es hora de que salgan otros si hay objeciones que hacerle. No se sorprendió por el sobreseimiento a Degani en un país -agregó- donde todo se arregla con renuncias. Aclaró que el desafío es salir a buscar los votos de la Lista 100 y que el agrupamiento interno que lo contiene dentro de la UCR garantiza un mejor papel en octubre. Indicó que el gremialismo ya no tiene la influencia de antes, salvo como la hace jugar Busti -y en su momento Moine- y que la Concertación Entrerriana está herida de muerte. Finalmente, señaló que el Presidente disfraza a su favor elecciones ganadas por el radicalismo y que así como para los radicales es difícil votar a Lavagna, para los peronistas también lo es votar a Kirchner.
-Como radical, ¿cuesta mucho salir a buscar un voto hoy?
-Como dirigente político cuesta, la crisis es de la política. Verla a Nina Peloso pugnar por un camión más de comida, más planes Trabajar y bailando con Tinelli es una fotografía que debería llamarnos a la tristeza. Entones, salir a conseguir un voto como radical después de los últimos dos desaciertos y al no encontrar una definición sobre los que nos pasa, cuesta un poco más.
-¿La sociedad se quedó estacionada en la gestión de Montiel y por eso no los perdona?
-La sociedad argentina está adormecida. Yo no sé por qué será que la gente es mucho más permisiva con el peronismo que con nosotros. Porque fijate vos que con el mismo ejercicio de los errores históricos con que nos miran a nosotros, como por ejemplo el gobierno de la Alianza, si vos analizás lo que pasó en el gobierno de María Estela Martínez de Perón y lo que ocurrió en Ezeiza en el enfrentamiento armado que hubo entre los dos sectores peronistas, el peronismo con esos antecedentes nunca más hubiese podido volver a ser gobierno en la República Argentina. Sin embargo, el peronismo hace una especie de mutación permanente y ahora, por ejemplo escucharlo a Kirchner decir que De la Rúa fue el peor gobierno de la historia, es una cosa que a mí como dirigente político me parece terrible. Terrible en la medida en que los dirigentes radicales nacionales han sido tan incapaces que se han dejado correr con la vaina y ganar ese tipo de discusión.
-A propósito, ¿qué pasa con la sociedad y con la dirigencia política que vota a Macri, a Sobisch, que el radical Cobos integra el binomio kirchnerista y los peronistas hacen actos con tarjeta de invitación?
-Y bueno, la crisis de la política de la que te hablé al principio lleva a estas cosas. La gente se despreocupa demasiado, vive el hoy por hoy, hay un consumismo espantoso, hay una necesidad de no quedarse detrás de las zapatillas último modelo, de que no te corten el cable, de poder seguir pagando la educación privada para los pibes; todo eso lleva a la gente a ver qué es lo que la puede salvar y no quedar, lo que se llama hoy, fuera del sistema.
-¿Se profundizó la cultura de votar con resignación?
-La gente va votando la opción del mal menor, sin comprometerse demasiado y sin intervenir, muchas veces sin mirar las listas. Porque vos cuando mirás las listas de muchos partidos políticos, por ejemplo la de diputados del peronismo que ganó recientemente, decís no, esta boleta no puede ganar nunca. Y sin embargo la gente no votó eso, votó una idea general en la provincia que tiene que ver con el mal recuerdo nuestro por un lado y con que aparentemente Busti se encargó de transmitir que él era el único garante de que se cobraran los sueldos y de que hubiera tranquilidad. Entonces, me parece que ese adormecimiento del que te hablaba antes hoy juega de manera espantosa en todos los niveles.
-¿Se puede hoy tener expectativa electoral sin el apoyo de la corporación gremial?
-Sí. Yo no creo que la corporación gremial hoy tenga tanta influencia... Mirá, hoy no hay obreros en la Argentina, en general digo. Que el gremio más fuerte en este país sean los camioneros te da la pauta de que la vieja caracterización del obrero hoy no exista en este país. No creo que el gremialismo hoy tenga una incidencia directa; creo que es parte de una burocracia que juega como otro factor de poder, pequeño, mucho más pequeño que el que jugaba antes y que no tiene ni capacidad de movilización, ni tiene capacidad de convocatoria, ni tiene capacidad de movilización de masas.
-Pero en esta provincia, por ejemplo, ATE, UPCN, AGMER, ¿no son determinantes en las elecciones?
-De la forma que los hace jugar el peronismo sí. De la forma que los ha hecho jugar Busti y Moine cuando fueron gobierno sí. Pero tampoco, ojo, tampoco creo que haya que colocarlos en el lugar que los colocó Montiel. Ninguna de las dos cuestiones. Yo creo que no se puede gobernar una provincia con tantos empleados públicos con una política gremial ofensiva o reaccionaria, pero tampoco se puede cogobernar, para mí no existe el cogobierno.
-¿Es lo mismo ser convencional habiendo ganado que ser convencional por la minoría?
-Es relativo. Yo no soy ni la cabeza de las convencionales, ni soy candidato a diputado, ni a senador. Yo lo que hice fue deponer mi candidatura a diputado nacional que me vinieron a ofrecer, y dije no, vamos a tratar de pensar en el partido. No está más la Lista 100, el Nuevo Espacio tiene una herida mortal que no puede recuperarse y ésta es la posibilidad de que el radicalismo en Entre Ríos vaya a octubre y haga una muy buena elección. Para esto hay que tener actitud; yo lo primero que digo es que no soy candidato. Después, cuando se armó esto, bueno, sí, por nuestro trabajo con la Legislatura y por lo que va a representar la convención los que integramos el sector nuestro decíamos que en algún lugar de la lista tenemos que estar, porque sino ¿cómo traccionamos los votos de nuestros amigos en Paraná?
-¿Es lo mismo entonces?
-A mí me tiene sin cuidado. Yo no festejo ni cuando gano. Creo que esta vez podemos llegar a ganar en Paraná; porque si nosotros solos obtuvimos el 40 por ciento y estamos para recibir algunas adhesiones de algunos sectores que no estuvieron, podemos llegar a ganar Paraná. Pero quiero decir una cosa: yo tengo el 40, 45 por ciento de los votos de Paraná solo...
-Del radicalismo.
-Solo. Sí. Sin haber sido, como otros, tres veces gobierno en la ciudad de Paraná y sin haber sido dos veces gobernador como en el caso de Montiel. ¿Se entiende lo difícil que es esto?
-Sí. A propósito, ¿acordaron con Varisco no agredirse en esta interna?
-No, no. Yo abrí una instancia de diálogo a pedido de él, sin ningún inconveniente, en la última semana antes del cierre de lista. Para repasar algunas cosas, para indicarle otras, para pedirle que hiciera un gesto, decirle que era demasiado joven como para exponerse en siete candidaturas en los últimos seis años, que le quedaban dos años de mandato y que éste era el momento importante para que nos vieran juntos y que en la provincia, si salíamos juntos con Paraná unidos, podíamos hacer una buena performance electoral.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
