Jorge Riani

A poco menos de cinco meses del inicio de la Convención General Constituyente, los reformadores del texto todavía no han decidido aspectos fundamentales para su funcionamiento. En ese marco aparecen temas de coyuntura que el oficialismo no ha cerrado, como el de la reelección del gobernador y en qué términos. “Es un tema urticante”, reconoció una fuente que integrará la bancada del oficialismo. Otros ya fijaron sus posiciones, y hay quienes proponen que el debate se limite a dos aspectos: transparentar la función pública y generar herramientas de participación popular. “Hay que escapar de la frivolidad de la coyuntura”, advierten quienes se asientan en esta última posición.

La Constitución de Entre Ríos ha superado la expectativa de vida de los humanos varones del lugar territorial donde le toca normar, y está apenas por debajo de la edad de vida esperable de las mujeres. Los casi 75 años que habrán pasado desde su puesta en vigencia generan, cuando menos, dos circunstancias que pueden marcar el devenir de esos días en que los 45 convencionales se dediquen a hacer cirugía en el texto constitucional. Por un lado, la falta de experiencia en esa faena, mientras que además está sí muy presente la mecánica legislativa ordinaria, con sus tiempos y sus modos. Y por otro lado, el hecho de que se hayan acumulado siete décadas y un lustro para la modificación edifica una atmósfera de ceremoniosa creencia de que quien esté ocupando una banca entrará a la historia y verá su nombre bautizando plazas y calles. Ridiculez al margen, el inconveniente real puede darse en que ambas situaciones generen sobreactuaciones y prolongaciones de los tiempos que ralenticen la labor.

Frente a ese cuadro, dentro de los convencionales constituyentes hay quienes se han dedicado a establecer un recorte sobre los temas expectantes y a la vez quienes han salido a revelar anticipadas posiciones para evitar quedar presos de las presiones coyunturales.

Coyuntura y profundidad

En la tarea legislativa habrá que tener en claro cuáles son aquellos temas vinculados a la circunstancia latente del partido del gobierno y cuáles los temas de fondo que merecen recapacitación y análisis profundo.

Entre los primeros asuntos habrá de aparecer la cuestión de la reelección del gobernador. ¿Reelección sí? ¿Reelección no? ¿Cláusula transitoria para el gobernador en ejercicio? ¿Posibilidad de repetir mandato desde su inmediata puesta en vigencia? La respuesta a esos interrogantes es igual al resultado de una pulseada que -en las sombras y en voz baja- ya comenzaron a librar los dos gobernadores entrerrianos: el que está en ejercicio en las postrimerías de su mandato y el electo que precalienta esperando el momento de su asunción.

En las veces que los candidatos oficialistas se reunieron nunca hablaron abiertamente del gran tema político que definirá en manos de quién pude quedar el poder político justicialista más allá de 2011. Pero según un sondeo de ANALISIS, la cuestión asoma como “urticante”, según definió uno de los que deberá decidirse por el modo en que aprobarán la reelección del gobernador.

Lo que en la jerga constitucional se llama “cláusula transitoria” o “disposición transitoria” -aquella de aplicación por única vez apenas puesta en vigencia la Carta Magna- es la herramienta que los convencionales que responden al gobernador Jorge Busti están pensando (él mismo por empezar) en aplicar para cerrarle la posibilidad de reelección a Sergio Urribarri.

Hay quienes ya se han definido. Es el caso del ex vocal del Superior Tribunal de Justicia, Miguel Carlín, quien entiende que cualquier obstáculo para su aplicación inmediata es “una payasada” y advirtió que “hay que ser coherentes, o se es reeleccionista o no se lo es, y no caer en ejemplos patéticos como el del ex gobernador cordobés Eduardo Angeloz, que hizo interpretaciones complicadas para comenzar a contar como primera gestión otras que no habían llegado”, graficó.

Pero Carlín es uno de los que sostiene que el tema no es para nada un problema. Sin embargo, entre las espadas políticas de los convencionales desmienten esa tranquilidad y dicen que “el tema se viene postergando; es urticante y quizás quede para que lo resuelva la Convención”, indicó una fuente.

También el experto abogado Raúl Barrandeguy se ha tomado con serenidad el asunto. “Hemos hecho un approach; limpiamos todo y surge que hay una coincidencia sobre el 95 por ciento de los asuntos”, dice con tranquilidad. El punto es qué queda en ese cinco por ciento sin acordar.

“La historia de la fruslería es riquísima en ejemplos, y de cara a una convención constituyente hay que moverse con principios, que son los que liberan de las presiones coyunturales. Y en el tema de la reelección yo sostengo que habilitás los derechos políticos para todos los entrerrianos o no lo ampliás”. Claro, preciso, el doctor Barrandeguy.

Pero con otras excepciones que pudiera haber entre los que no fueron consultados por este medio, está claro que reina el mutismo que suelen crear los temas espinosos.

Un conocedor de los arsenales políticos que podrían movilizarse en una eventual disputa de gobernadores en el seno de la Convención, se animó a precisar que Busti cuenta con un notable número de bancas que le responden: los históricos Jorge Salomón y Zulema Schoenfeld, el abogado Julio Federik.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)