-Los dueños de la calle. En diversos actos que se desplegaron entre el 9 y el 11 de diciembre, el PJ marcó los diversos casilleros del mapa político de la provincia. Como municipio de primera categoría, sólo Federal se salvó de ese aluvión justicialista que se desató el 18 de marzo al comienzo del 2007. Como era de esperar, el nivel más resonante de esta renovación institucional se correspondió con la sucesión de la Gobernación cuando Jorge Busti hizo entrega del bastón de mando a Sergio Urribarri. Esta maratón de renovación institucional también se completó con el juramento de la nueva Legislatura provincial. Sin dudas, el panorama de día feriado que presentaba Paraná por el asueto establecido para los días 10 y 11 hacía que se destacaran los grupos transitando, empilchados como para día domingo se diría en el barrio. Eran familiares, amigos, compañeros de los nuevos legisladores, y también estaban aquellos que, peronistas al fin, querían estar presentes cuando la jura del nuevo gobernador. No eran grandes torrentes propios de otras jornadas movilizadoras, sin embargo cuando en el atardecer del martes 11 Sergio Urribarri se hizo presente, el Teatro 3 de Febrero desbordó por dentro y por fuera. Concluida la ceremonia, la gente se trasladó a pie hacia el acto que se realizaría en la explanada de la Casa de Gobierno. Cada uno y todos los integrantes de esa marcha informal sintieron que apretaban para sí un momento importante en la historia y que esa calle que caminaba era irremediablemente suya.
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-Al escenario. Siendo presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, en el correr del agitado 2002, Julio Rodríguez Signes, ahora flamante fiscal de Estado, hizo un sesuda crítica a cómo se había gestionado desde el 1983 en adelante. Este destacado abogado paranaense centró la crítica en la ausencia de programas estratégicos de gobierno, tanto en las gestiones radicales como en las justicialistas. Fue una intervención además de solvente, si se quiere bien, hasta corajuda. Es así, pues en esos momentos la agitación social se recargaba de voltaje ante la alternativa de que la Legislatura provincial abriera una instancia de juicio político al gobernador Sergio Montiel. Pero bueno, dejando de lado la historia corta que vivió la provincia, es importante destacar que esto de orientar la vida de la provincia en función de un norte estratégico constituyó el costado fuerte y notable del discurso del nuevo gobernador en el Teatro 3 de Febrero. Luego de la presentación y el reconocimiento al gobernador saliente, Jorge Busti, de haber ordenado y pacificado la provincia, Urribarri afirmó: “Las ideas preceden a la gestión y si son claras, la facilitan enormemente. Sin embargo, antes de ir a las ideas que expresan las políticas globales y sectoriales de mi próxima gestión es necesario detenerse unos párrafos para explicar el marco en el cual esas ideas se formulan y que a veces, ciertamente, las explica. Mi gobierno cree que lo estatal está lejos de ser lo público. Mi gobierno cree que lo público es un entramado de acciones estatales, más otras acciones de las cientos y cientos de organizaciones civiles de la comunidad. Mi gobierno cree que lo público, entendido de esta manera, es una construcción aún pendiente en Entre Ríos.
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-El papel de la comunidad. Una apertura de participación hacia la comunidad como la que enuncia el gobernador en su discurso inaugural, abre responsabilidades en diferentes direcciones. Para el que gobierna, la participación de las organizaciones sociales en la gestión implica un mayor esfuerzo de tolerancia e integración. Al frente de las organizaciones sociales están los que han votado al gobernador y los que no. Más, en estos tiempos cuando existe una crisis profunda en los criterios tradicionales de representación política, es frecuente encontrar fuerte distancia entre las líneas políticas de quienes están al frente de las agrupaciones sociales y las propias de las autoridades institucionales. En el caso de la provincia de Entre Ríos, los gobiernos peronistas siempre han entendido que el gremio docente, AGMER, ha estado en manos de radicales o del progresismo no peronista, y los gobiernos radicales por su parte atribuyen al peronismo el gremio de los estatales, ATE. Se cita estos ejemplos con la sola intención de ilustrar el tema que se aborda. Lo cierto es que cuando se encara el gobierno con un criterio participativo la diversidad política se instala en el terreno de la acción, del hacer y cómo hacer. Así las cosas, todo se vuelve más trabajoso.
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-Educación. Este concepto participativo de la gestión Urribarri lo activa para enfrentar el tema educativo. Se sabe que a la cabeza del Consejo General de Educación está Graciela Bar. La primera vez que la ex legisladora nacional asumió esta presidencia se correspondió con la gestión inicial de Jorge Busti, en el año 1987. Por el lado que se mire, Graciela Bar no es una improvisada, además de tener una trayectoria en el ejercicio de la docencia compuso la primera conducción provincial de AGMER en su carácter de secretaria general de la Seccional Victoria. Sobre esta playa de maniobra, Urribarri lanza la propuesta de formar la Gran Mesa de la Educación, donde piensa congregar a todos los actores: gremios docentes, padres, alumnos y la Iglesia, como los más notables. Es indudable que desde este lugar el nuevo gobierno se anima a enfrentar uno de los planos más críticos para la sociedad, cualquier sea el lado del que se mire.
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-Estrategia y urgencias. Como toda cuestión novedosa, y más en la actualidad de la Argentina que se vive, la convocatoria a la participación y sobre todo en áreas sensibles constituye una tarea por demás propensa al fracaso. En más de una circunstancia Bar y demás responsables del evento van a vivir la sensación de que el piso es movedizo. Pero la apuesta está hecha. Determinados indicios hacen suponer que la llave de la suerte está atada a cómo se sabe enhebrar la discusión sobre los componentes estratégicos que debe alcanzar la educación y cómo esa discusión sobrevuela pero no ignora las dificultades que impregnan su actualidad. Vale la pena incorporar al debate a los diferentes cultos religiosos debidamente acreditados en la provincia. Ahora bien, si esta apertura es tomada con un sentido mezquino, sin hacer privar los aspectos más creativos que cada sector puede aportar, evidentemente el fracaso va a entrar a socavar los cimientos de la propuesta.
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-Prioridades. Estas advertencias que se hacen relativas a la cuestión educativa bien pueden ser trasladadas a los otros grandes rubros que componen las demandas ciudadanas. El área dirigida a salud también acusa las demandas de exigencias que requieren prontas respuestas. Si salimos de lo estrictamente administrativo provincial y pasamos al estado de los municipios, aparecen luces rojas en varios puntos de la geografía. Paraná presenta una situación de extrema gravedad, como bien ha puesto en debate José Carlos Halle, flamante intendente. Sin presentar un cuadro tan extremo, la comuna de Concordia también exhibe sus propias llagas. Sobre todo, la situación de desfinanciamiento se presenta especialmente en los municipios de primera categoría y se agrava a medida que la concentración de población es más grande.
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