F. P.
A mediados del año pasado, El Maravilloso Show de los Tocomochos apareció en la escena paranaense con su rimbombante propuesta de variedades. La temporada se extendió hasta noviembre, en un espacio no convencional. Reestrenado hace unas semanas y con renovados números, ahora se lo puede ver todos los sábados a las 22 en Lola Loba Bar (Pellegrini y Venezuela).
En diálogo con ANALISIS, Ignacio Koornstra contó que “los Tocomochos venimos del intestino mismo de Teatro del Bardo. Somos formados en sus entrañas. Es un proyecto armado con todo lo aprendido en estos años, sobre todo en la necesidad que tenemos, como actores, de pensar en el contexto en el cual trabajamos, en tener que inventarnos un público, porque sino, no existimos. Somos los mismos, pero con distintas máscaras”, dijo.
-¿Cómo surgió el show?
-Como un intento de trabajar con dos o tres ideas clave: el humor y los espacios no convencionales para el teatro, como es un bar, una fiesta y, por qué no, una disco. En este cruce es que construimos nuestras hipótesis de trabajo, desde la más pequeña a la más grande, desde qué es lo consideramos humor, qué nos hace reír y de qué se puede reír ese hipotético público que, en principio, es una hipótesis que se transforma función a función. Esto nos hizo pensar en hacer teatro con una idea más cercana al entretenimiento, a construir un espacio de encuentro y placer, sin perder la posibilidad de dar la trompada que el teatro puede dar. Tal vez, en pensar mucho más de lo que estamos acostumbrados en esos espectadores. Porque no nos olvidemos que sólo existimos en sus cabezas, en su imaginación.
-¿De qué trata este show?
-No trata de nada porque es un varieté: o mejor, trata de muchas cosas, muy dispares, que cobran vida según sea el personaje que sube a escena. Tratamos de mantener el espíritu del varieté, por lo que siempre tenemos números invitados de otras disciplinas artísticas, sea música, swing, magia o malabarismo. Este sábado nos visita Matungo Trío, que hará un mini show de percusión afrolatina.
-¿Han rotado varios personajes? ¿Qué objetivos persiguen en la elaboración de las presentaciones?
-Los personajes son muy dispares y van desde una cocinera alemana hasta un pastor brasileño, una sexóloga, un periodista deportivo… Siempre trabajando con los temas que nos atraviesan a cada uno, con lo que nos interesa de esa ficción que se llama realidad. Los guiones son de los actores, pero siempre retocados por la necesidad del montaje. Participamos todos en lo que hacemos todos. Siempre, además del que dirige, hay alguien tirando ideas, remates y sobre todo muchas boludeces. Las cuales, por supuesto, se editan de forma permanente de acuerdo a lo que nos vaya gustando con el correr de las funciones. Eso da mucha dinámica, hace que el espectáculo vaya cambiando.
-¿Cómo se distribuyen los roles?
-Los roles son circunstanciales: nuestros espectáculos surgen siempre como propuesta de los actores, de allí se hace necesario buscar un director, pero más como alguien que ordena, que busca la teatralidad de materiales construidos por los actores, que hace legible lo que estos proponen. Por ahora es así, pero la verdad es que en cualquier momento, Gustavo (Bendersky) o Juan (Kohner) se ponen a actuar y otro se encargará del montaje.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
