Claudio Cañete
Este martes en el Museo Histórico Provincial Martiniano Leguizamón se presentó el libro Poema de sombra, con imágenes del destacado fotógrafo santafesino Raúl Cottone y poemas de Santiago De Luca, editado por la Universidad Nacional del Litoral. La actividad fue organizada por la Asociación Civil Foto Club Paraná. Además, en una de las salas se inauguró una muestra con las fotografías que forman parte de este libro. ANALISIS dialogó con los autores y recorrió las sensaciones que dejó este trabajo en común, que probablemente será presentado en la nueva Biblioteca de Alejandría en Egipto, entre otros lugares del exterior.
Cuando alguien tome el libro Poema de sombra seguramente sentirá la atracción de no detenerse hasta terminar de observarlo. Leer -en el sentido más literal del término- sus imágenes y sus escritos poéticos. Es que todo es lectura de sensaciones en aquellas páginas de un papel especial, de fotos en blanco y negro y poemas con letras blancas que surgen de un fondo más negro aún. Como un universo onírico. ¿Un libro objeto? Tal vez. ¿Una experimentación? Sin lugar a dudas que es eso. Un juego para ver qué pasa entre dos lenguajes, dos criterios artísticos que se tocan pero que inmediatamente cada uno tiene razón de ser en oposición al otro. Cada uno, desde la imagen (luces, grises y figuras) y desde las palabras (simbolismos, secuencias) se interpela, se refuerza y exige del lector la total absorción de este recorrido. Con la libertad y posibilidad de que este lector pueda armar por sí mismo semejanzas, puntos de contacto, interrupciones, discusiones y también silencios.
Entiéndase bien, no es un libro de poemas ilustrados, es una construcción de sentido donde el libre criterio del lector cierra con su imaginación los significados que de aquellas páginas puedan emanar, como un perfume mágico. Eso es Poema de sombra.
“Nos conocemos porque tuvimos hace unos años atrás una actividad en común en una fundación que había en Santa Fe que se llamaba La Metáfora del Arte, de la cual Santiago era director. Posteriormente a eso el Instituto Cervantes de España, primero lo manda a enseñar Literatura Española a El Cairo y luego a París, donde actualmente reside. Después del primer contacto en esa fundación, yo lo había invitado a escribir algún texto sobre trabajos fotográficos míos que llegaron a estar impresos. Estos son los antecedentes que tenemos trabajando juntos. Pero esta vez, a fines del año pasado Santiago vino con una propuesta que para mí, como fotógrafo, no era común. Tener que trabajar con imágenes sobre textos ya escritos. Es un desafío bastante grande. A lo mejor para él no, porque creo que le resulta más fácil ponerle palabras a imágenes que ponerle imágenes a palabras. Y ya sonaba bastante interesante cuando el título de sus poemas era sobre las sombras. En marzo de este año nos encontramos en Francia y le dije: ‘Te devuelvo tus textos, aquí están mis fotografías ¿y ahora qué hacemos? Tus sombras me dejaron estas sombras, fijate ahora si mis sombras son acordes a las tuyas’. De ahí surgió la idea de presentarlo como proyecto en la Universidad Nacional del Litoral, un ámbito académico donde a los dos nos conocen por trabajos anteriores”, explicó Raúl Cottone.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
