Marcelo Comas

Las jugadoras de hockey sobre césped del Jockey Club Paraná atraviesan un momento de gran incertidumbre porque no saben qué sucederá con el espacio físico que utilizan en el predio del Hipódromo Almafuerte. La inminente venta de este pulmón verde, que ocupa 22 hectáreas, puede acarrear consecuencias negativas a un grupo de mujeres, madres y jóvenes que practican el deporte de la bocha y el stick. En diálogo con este semanario reconocieron que hubo un compromiso desde la comuna de mantener la actividad deportiva. La pelea de intereses por quedarse con el codiciado predio puede atentar contra el desarrollo de una disciplina que congrega a 160 jugadoras.

La historia comenzó en 1991 cuando un grupo de mujeres se reunió con el objetivo de formar un equipo de hockey sobre césped. Cada una tenía una trayectoria en la disciplina forjada en diferentes clubes de la ciudad de Paraná. El problema era que no encontraban el lugar apropiado para practicar el deporte, poseer su propia cancha y, de esa manera, echar raíces que pudieran ramificarse con el tiempo. Le pusieron tantas ganas a este proyecto que de repente apareció una propuesta para darle forma a su sueño en el predio del Hipódromo Almafuerte.

A principios de la década del 90 los únicos que aprovechaban ese espacio eran los veteranos del sóftbol del Jockey Club. “Cuando nosotros pudimos organizarnos ellos asistieron a uno de los partidos que estuvimos jugando y así fue que los conocimos”, cuenta Perla Tarulli, una de las referentes del plantel femenino de Mami’s del Jockey Club Paraná, con relación a los inicios de la actividad. Además, concurrían a practicar deportes los equipos de Sóftbol Play y Patronato, “pero con el tiempo se fueron rompiendo las cosas del sóftbol, nadie mantenía nada, ni siquiera los propios integrantes de la institución”, reconoció Tarulli.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)