Marcelo Comas
Hugo Molina es el actual presidente de la Liga Paranaense de Fútbol. A pocos meses de culminar el tercer período consecutivo -lleva 11 años en el cargo- analizó la marcha del balompié en la capital entrerriana, donde la actividad atravesó buenos y malos momentos. El punto más flojo de la temporada estuvo en la exigua duración del Torneo de Primera A, además de “la escasez de árbitros”, según admitió, sumado a la pobreza técnica del espectáculo. El titular de la LPF deslizó además que tienen intenciones de seguir dirigiendo los destinos del fútbol paranaense y no evitó referirse al intento de soborno hacia un árbitro.
Se sabe que el fútbol es el deporte más popular del planeta, relegando a otras disciplinas en orden de importancia. En cada rincón de este país se respira fútbol, se discute sobre fútbol y hasta se nace perteneciendo a un club determinado. También es cierto que en buena parte de la República Argentina las demás actividades deportivas han acortado esa brecha abismal que existía a principios del siglo pasado. En la ciudad de Paraná ese parámetro estaba signado por la dicotomía entre el básquet y el fútbol, dos disciplinas que acaparan la mayor cantidad de adeptos. Ambas entidades supieron adaptarse a los nuevos tiempos, incluso imitando los formatos implementados a nivel nacional por la AFA, en el caso del fútbol, y la naciente Liga Nacional de Básquet, por mencionar el desarrollo del baloncesto. Con el correr de los años el despegue del básquet resultó significativo, con más gente presenciando los partidos en las diferentes categorías, mientras que en el fútbol se produjo un marcado descenso de espectadores como consecuencia de pobres espectáculos deportivos. Al mismo tiempo, en la capital entrerriana fueron creciendo actividades tales como el voleibol, el automovilismo y el rugby. No hay que olvidarse tampoco de la importancia del softbol y todos los pergaminos logrados desde mediados de la década del 70. Hoy el más popular de los deportes tiene como objetivo volver a posicionarse en un lugar de privilegio de la mano del desarrollo de una mejor organización deportiva y el despegue definitivo de una competencia que no muestra signos de recuperación. Así lo entiende el titular de la LPF, Hugo Molina: “Hay que buscar los medios necesarios para que la competencia sea cada vez más destacada y sobre todo la actividad de los chicos”.
-¿Cuál es balance deportivo e institucional en la Liga Paranaense de Fútbol?
-En esto hay que ser sincero, como es mi estilo. No se puede hacer demagogia ni mentir a la gente. En la Liga ha habido aspectos positivos este año y también aspectos negativos. Dentro de lo positivo, culminamos el año con una competencia ordenada desde el punto de vista institucional y económico. Porque se ha tenido el dinero suficiente para afrontar los gastos, no digo que sobre, de ninguna manera digo esto, pero sí que hemos ordenado los gastos de tal manera que pudimos llevar a cabo una gestión muy austera. Asimismo, en los campeonatos, considerando todas las divisiones, no hemos tenidos problemas de inseguridad como sí los hubo en años anteriores. En esto hay que destacar la tarea preventiva de la Policía de la provincia de Entre Ríos, que nos ha dado una mano muy grande en este aspecto y no se produjeron grandes inconvenientes. En eso entiendo que hemos mejorado. A pesar de la situación económica que atraviesan los clubes, y esto no es nuevo sino que es de vieja data, se jugaron las categorías Juveniles y Promocionales hasta el mes de diciembre. Ocurrió todo lo contrario con el campeonato de Primera División. Y yendo también a lo propio del trabajo de la Liga, está el acompañamiento permanente que se tuvo hacia el Club Atlético Patronato, de la defensa en el Consejo Federal en lo que respecta a la zonas que se formaron donde nosotros tuvimos una actuación bastante importante para que a la entidad no le tocara viajar muchos kilómetros. En el ascenso de Patronato la Liga acompañó en muchos aspectos de esta gestión.
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