Claudio Cañete
Impakto Juvenil es una ONG solidaria de Paraná que realiza actividades culturales, educativas y deportivas destinadas a niños de sectores marginales. Con motivo de haber cumplido cinco años de labor en el medio local, Gustavo Desantiago, su conductor, más conocido como Terremoto, dialogó con ANALISIS. Su historia de vida refleja los vaivenes y sinsabores que se viven cuando se intenta construir alternativas desde la marginalidad.
Bien intencionado en sus objetivos aunque resistido desde muchos sectores por su forma de ser. Por intempestivo, le esquivan o lo prohíben tanto en los pasillos de la Casa de Gobierno como en la Municipalidad de Paraná. Gustavo Desantiago tiene ya 25 años y lleva cinco al frente de la agrupación Impakto Juvenil. El año pasado este semanario lo entrevistaba para conocer también la actividad de su ONG, pero la realidad era otra para él: planeaba casarse con su novia y la lista de proyectos era tan abultada como ahora. Este último tiempo la vida parece haberlo puesto a prueba: el bebé que tuvo con su pareja falleció a los pocos días de nacer, sufrió un robo y protagonizó un accidente que por suerte no tuvo consecuencias aunque sí le trajo un disgusto. Tiempo atrás tuvo sus 15 minutos de fama, era un personaje pintoresco y mediático, nadie cuestionaba sus actitudes (algunos lo hacían por conveniencia), recibió premios y seguramente algún que otro político le dio una palmada en el hombro en los tiempos dulces del tándem Néstor Kirchner-Julio Solanas. Todo eso pasó y ahora ninguna puerta oficial, tanto a nivel provincial como municipal, parece hacerse cargo, al menos a cara limpia como antes. Ahora le ponen policías o lo amenazan de muerte, como declaró en esta entrevista.
Más allá de todo esto, hay otra cosa importante: la obra solidaria que, contra viento y marea, lleva adelante. Terremoto se mete en los intersticios de las instituciones, consigue cosas igual tanto del municipio y la provincia, la pelea. Hay comercios que creen en él y lo apoyan: las panaderías y distintos locales le dan una mano para las chocolateadas o lo ayudan con las excursiones que organiza para pibes que, como dice él, “viven en barrios donde hay mucha campaña contra el dengue pero no van a cortarles los yuyos; y donde de cada 10 casas la mitad tienen techos con bolsas de nylon”.
Su obra… Por ejemplo: un grupo de chicos durmió una noche en una habitación del Marán Suites & Towers; otros tuvieron la oportunidad de conocer la cancha de Boca Juniors; algunos más vivieron un Día del Niño especial con un avión que les tiraba caramelos durante toda la jornada; otros tantos pudieron ir al cine por primera vez en sus vidas. Probaron hamburguesas, chocolates y facturas en las fiestas patrias. ¿Cómo recordarán estos niños a Terremoto dentro de unos años?
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
