Intimaciones, cartas documento y denuncias penales por falsificación de firmas son algunos de los cuestionamientos que recayeron sobre la Rectoría de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER). Según pudo saber ANALISIS, no sólo se habría falsificado firmas en resoluciones sino que además se habrían dibujado los informes que se le presentaron al gobernador Sergio Urribarri respecto a las metas sobre la normalización de la casa de altos estudios. Las críticas recaen sobre la rectora, quien además es cuestionada por tratos no acordes a docentes.
La tan anunciada “normalización” de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER) está resultado desprolija y hasta rozaría con la legalidad. A la denuncia por falsificación de firma que interpuso el año pasado el ex decano Máximo Chaparro, se suman ahora nuevas presentaciones que podrían terminar en los estrados judiciales y de las que deberá dar respuestas la rectora, Graciela Mingo de Bevilacqua.
Entre la batería de cuestionamientos que existen hacia la conducción del rectorado de la UADER, según pudo saber este semanario, figura la manipulación de los informes sobre concursos docentes, al mejor estilo del inefable funcionario kirchnerista Guillermo Moreno, sobre los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Además, se la acusa de “discriminación” y de tener conductas impropias y reñidas con la función que desempeña en la casa de altos estudios. A todo eso, se le sumó una intimación del gobierno de la provincia de Corrientes por unos cursos que no tendrían validez.
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