Claudio Cañete
Un nuevo aniversario del 17 de octubre de 1945, la fecha más significativa para el peronismo, es una buena oportunidad para hablar con el escribano Carlos Vairetti. Un referente del Partido Justicialista que fue testigo directo de aquella gesta en donde el pueblo reconoció a Juan Domingo Perón como la figura que haría posible un cambio sustancial en la política y la historia argentina. Como él mismo definirá en parte de la entrevista, uno de los pocos militantes de aquellos días primigenios que quedan vivos en la provincia.
Para Vairetti, el arribo a la arena política ocurrió cuando el general Humberto Sosa Molina, amigo de Perón, era interventor de Entre Ríos a mediados de 1944. Sosa Molina puso en contacto a él y otros más con el coronel Perón para comenzar a formar una fuerza política. Vairetti, que por aquel entonces era un flamante estudiante universitario, tuvo su primera misión: la de acompañar al doctor Héctor Maya en la campaña que lo llevaría a ser el primer gobernador justicialista de la provincia. Mientras tanto, Sosa Molina se transformó de esta manera en su padrino político en aquellos comienzos. Vairetti, junto a otros jóvenes, conoció a Perón y vivió las alternativas del 17 de octubre como el inicio de una lealtad que jamás tendría mella a pesar de cualquier circunstancia.
“Me parece que la recordación de esta fecha esta semana requiere de los peronistas una firme decisión: hay que volver a Perón. Hay que buscar nuevamente los lineamientos del 45 para limpiar de confusiones el presente”, comenta el escribano mientras prepara café. Este hombre de larga trayectoria en el partido ayudó como secretario al gobernador Maya, luego fue secretario general de la Gobernación (ad honorem) con Ramón Albariño y subsecretario de Gobierno en la gestión de Felipe Texier; en definitiva, fue hombre clave en las tres gobernaciones peronistas del primer y segundo mandato presidencial del general. Y estaba predestinado a ser el siguiente gobernador, según se lo confesó el propio Perón, pero la autodenominada Revolución Libertadora cortó ese designio.
El escribano Vairetti lee mucho indudablemente. Cuando recibió en su casa a este cronista, lo hizo con un libro en la mano que, aclaró, recién comenzaba a desandar: la última novela del ex legislador entrerriano Gaspar Carlino. Pero además, a un costado del living se podía ver una parva de diarios locales y nacionales, todos con la particular huella en sus hojas de cuando alguien los revuelve y los dobla tras haberlos leído minuciosa y detenidamente.
El pasado 8 de octubre, fecha en que se recordó el natalicio de Perón, invitado por la militancia, Vairetti dio un discurso de tono muy duro que sacudió a más de uno. Fue transmitido en directo por algunos medios radiales locales y por supuesto, tomó repercusión en la opinión pública. La entrevista con ANALISIS fue la oportunidad de volver sobre ese mensaje y sus ideas acerca del presente del peronismo en la provincia.
“En la casa del partido, los otros días expresé que como están las cosas planteadas para el peronismo, nosotros debemos cuidar mucho la quintita nuestra, que es Entre Ríos, desde el punto de vista del partido y del gobierno. Necesitamos ayudar al gobierno provincial y a los intendentes peronistas que hagan una buena gestión, sobre todo para neutralizar la mala imagen que nos mandan desde el gobierno nacional, la enorme corrupción de las cooperativas de pingüinos que todos los días salen en los diarios; hay centenares de esos casos, de causas judiciales y de denuncias de hechos que evidentemente son ciertos y eso a nosotros nos causa una mala impresión de la gente, porque nos hace aparecer a todos como que somos unos corruptos y a mí eso me duele. Porque uno pudo haber cometido muchos errores pero nunca fue corrupto. Si no somos capaces de cambiar esa imagen y si no somos capaces de vomitar a todos los corruptos que tenemos, no tendremos futuro político. Eso dije los otros días y no me arrepiento porque no quiero ser hipócrita, digo las cosas como las siento. Tengo 65 años al servicio del partido”, explicó.
Indudablemente, al histórico 17 de octubre Vairetti quiere recordarlo hablando del presente.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
