Guillermo Alfieri
(especial para ANALISIS)
“En buena hora”
Cartas a Nenette se llama el libro publicado en el 2001 por Sudamericana por decisión de Roberto Chavero, El Kolla, hijo-heredero del gran folclorista. El tomo recopila parte de la abundante correspondencia enviada a su esposa, Antonieta Paula Pepin Fitzpatrick.
Yupanqui residía en París el 24 de marzo de 1976. Al día siguiente, en la primavera europea, escribió: “En buena hora que llegan los hombres del Ejército. Tengo esperanza de que, sin hacer de magos, puedan arreglar algo de ese derrumbe económico y moral de mi tierra. Será tarea lenta pero si hay mano firme, que la hay, los criollos volveremos a respirar el aire antiguo y sagrado de sentirnos en paz, trabajando y las familias con niños en las escuelas y tranquilidad en el corazón… Veremos. Yo soy optimista”.
En el trato íntimo de los textos la destinataria era Mamá y Tata el remitente. El amor, la familia, el desarraigo, la política, la ideología conformaban el contenido.
El 3 de mayo Yupanqui conjeturó: “La gente que ha tomado el poder tiene las mejores intenciones. Condenan la deshonestidad, la coima, el robo, el desfalco. Eso está muy bien. Pero hay que proteger la balanza del diario vivir de los habitantes. No hay dinero que alcance en un hogar modesto”.
Casi un año después, el 4 de marzo de 1977, las referencias y reflexiones de Yupanqui revelan relaciones y definiciones capaces de provocar ahora mismo la polémica. A la vez, dejó asentada la elíptica oposición al terrorismo de Estado.
“El lunes vendrá a buscarme el señor (Manuel de) Anchorena, embajador de nuestro país en Francia que me invita a cenar. Me imagino que pedirá mi colaboración para el mejoramiento de la imagen de mi Patria, que está media deteriorada en el exterior”.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
