Hugo Remedi
Sergio Urribarri está operando denodadamente para evitar que haya internas en el peronismo provincial.
A la hora de definir candidaturas se opacó el discurso exitista del partido en el gobierno, es evidente.
No es casual ni un dato menor que el gobernador de la provincia esté facilitando estrategias destinadas a evitar disputas preselectivas que puedan dejar heridas insalvables.
Paraná es quizás el testimonio más tangible, pero lo mismo sucede en lugares clave electoralmente como Concordia, Gualeguaychú y Uruguay.
Detrás del eufemismo está la realidad. En política, consenso es igual a dedo. Ninguno que resigne una candidatura a pedido del mandatario lo hace por nada. El “hacer por la causa” es un verso.
En Paraná, Urribarri consensuó la figura de Blanca Osuna a raíz de una “sugerencia” nacional. La actual senadora nacional jamás midió con expectativas una candidatura a intendente de Paraná, está claro, ¿no?, sino ya la hubiera consolidado bastante tiempo antes. Sin embargo, ahora es diferente, cuenta con el apoyo absoluto de la Presidenta Cristina (no en vano el actual diputado nacional por Santa Fe y candidato a gobernador Agustín Rossi estuvo en estos días en Paraná y dijo que si viviese en Paraná él votaría a Blanca Osuna), el posible efecto arrastre, plata y una trayectoria que ahora sí podrá poner directamente a consideración y advertir al final del camino con cuántos porotos propios cuenta.
Evidentemente, el frustrado intento reeleccionista de los 13 intendentes justicialistas y el vecinalista Luis Alberto Schaaf, de Rosario del Tala, generó serios problemas en el oficialismo. Rápidamente, el gobernador llamó a la cordura bajo la promesa de darle a cada uno el lugar que se merece. Pero claro, sabido es que no hay espacio para todos.
A buen ojo
Paraná y Concordia los cerró a dedo. Gualeguaychú no pasa más allá del intento reeleccionista de Juan Bahillo, quien por ahora mide bastante lejos por detrás de Emilio Martínez Garbino (pronto a estar en un nuevo partido) y Osvaldo Chesini, del Peronismo Federal. Y en Concepción del Uruguay hay problemas, y serios, como para cerrar las candidaturas sin dificultad.
En La Histórica primero falta despejar qué hará José Lauritto, a quien acusan de haber llevado de todo a Uruguay durante su mandato, para luego despegarse del proyecto local en el que tanto énfasis puso y pretender seguir en el intento provincial reeleccionista como candidato a vicegobernador. El actual intendente, Marcelo Bisogni, no tiene sucesor propio y mucho depende de lo que haga Carlos J. Scelzi (quien quiere volver a la Legislatura provincial). Pero tanto su hijo, el abogado Carlos María Scelzi, como Fidel Baldoni (hijo del ex intendente peronista Hugo Baldoni, ya fallecido) también sufren por ahora el efecto negativo de las encuestas. Otro en carrera es el médico Hugo Cettour, antes diputado nacional, senador provincial y en la actualidad director del Hospital Justo José de Urquiza.
Julio Aldaz no tiene poca cosa como desafío futuro salir a enfrentar al ex intendente de Basavilbaso y actual diputado provincial bustista, Horacio Fabián Flores, y desde allí mantener un cargo en el Ejecutivo provincial como el actual, el de presidente del IAPV, o el de salir a disputar algún cargo legislativo provincial. Y finalmente quedan a la vista Delma Bertolyotti, con un cargo en el Ejecutivo provincial; la ex convencional constituyente Celeste Pérez y el actual senador provincial Carlos Schepens.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)