Repartidos en los 20 equipos que integran este campeonato se encuentran 12 jugadores nacidos en nuestra provincia, todos ellos con diferentes objetivos grupales y distintas aspiraciones personales. Algunos son de renombre, otros hacen sus primeras armas y algunos más buscan la consolidación. Esa lista de jugadores entrerrianos se agranda si se suma cuatro juveniles que Patronato posee en su plantel, con lo que la cifra alcanza los 16 protagonistas nacidos en nuestras tierras.

En el repaso de cada uno de ellos encontraremos historias muy particulares, reconocimientos y realidades dispares. En River juegan Facundo Affranchino y Mauro Díaz, en Aldosivi está Iván Furios, en Gimnasia de La Plata se encuentran Rodrigo Marangoni y Milton Casco, en Guillermo Brown sobresale Silvio Giovenale como en Instituto lo hace Facundo Erpen. A ellos hay que sumarles los integrantes de Patronato, Diego Jara, Sebastián Bértoli, Walter Andrade, Gabriel Graciano, Lucas Márquez, más los juveniles Johnatan San Martín, Emanuel Alarcón, Marcos Minetti y Juan Lazaneo.

Todos entrerrianos, todos con talento y capacidad para integrar una categoría sumamente competitiva.

Aquí están, estos son

El paranaense Facundo Affranchino y el de Concepción del Uruguay, Mauro Díaz, vienen de recibir un cachetazo muy fuerte en sus cortas trayectorias profesionales. Con mucha o poca responsabilidad fueron parte del proceso más oscuro de River en su rica historia, en un equipo que descendió al Nacional B.

Affranchino, de 21 años, y Díaz, de 20, están ahora embarcados en una posibilidad única: ser parte del equipo que devuelva a River al lugar que debe estar.

De todos los entrerrianos que juegan en la divisional el paranaense Iván Furios es el de mayor experiencia. El defensor nacido futbolísticamente en Patronato se mudó de las sierras cordobesas a las olas de Mar del Plata. Tras no renovar con Instituto, donde en los últimos tiempos se había transformado en uno de los referentes y uno de los jugadores más queridos por los hinchas, El Pelado arregló condiciones y ya es refuerzo de Aldosivi.

De 32 años, Iván Furios pasó al Tiburón marplatense con el objetivo de encontrar la regularidad que no tuvo en las últimas temporadas en Instituto. Hoy integra un equipo que es pura incógnita. Tiene para pelear arriba, aunque si se descuida puede ir para abajo.

Gimnasia de La Plata, el otro que descendió, también cuenta con dos panzaverde. Uno es Milton Casco, nacido en María Grande, el otro es Rodrigo Marangoni, el paranaense que después de muchos años en el exterior vuelve a jugar en nuestro país.

Casco tiene 23 años. Es un joven jugador pero que a su vez tiene sus pergaminos. De hecho, es considerado un hombre importante en el esquema del Lobo. Tras la caída a la segunda categoría, este entrerriano buscará adueñarse de la alegría más esperada por los platenses.

Marangoni, de 33 años, viene a reforzar el equipo con su calidad. Tras su paso breve por el Barcelona de Ecuador, el ex Sportivo Urquiza se sumó a esta estructura con el propósito de transformarse en el líder futbolístico del equipo de Osvaldo Rubén Ingrao.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)