Escena 1. Domingo 18 de septiembre. Un equipo periodístico del programa Caiga Quien Caiga
(CQC) –que se emite por el canal Telefé de Capital Federal– llega en horas del mediodía hasta el paredón que se encuentra construido en barrio Los Arenales de Paraná. Allí, un grupo de vecinos se había convocado para realizar una manifestación en contra del murallón que separa la zona del country fluvial Amarras del Sol e impide el acceso a la playa. El cronista de la sección “Proteste Ya” del ciclo, Gonzalo Rodríguez –Gonzalito–, llega con productores y cámaras. Allí, frente al paredón, unos 80 manifestantes discuten con algunos vecinos allegados al empresario dueño del barrio privado. Minutos antes, se habían registrado provocaciones, intimidaciones y empellones para que una batucada dejara de tocar y se impidiera colocar una cama elástica que daba una nota de color a la cobertura periodística.
En medio de un encuentro, por momentos tumultuoso, Gonzalito finalmente dialoga con los dos sectores que se encontraban en el lugar. En tanto, vecinos y los diferentes integrantes de las organizaciones que piden por el libre acceso al espacio público ocupado por el emprendimiento inmobiliario, llaman para que al otro día lleguen hasta la Intendencia para tener la voz de las autoridades municipales.
Escena 2. Lunes 19 de septiembre, Plaza 1º de Mayo. En horas del mediodía los vecinos que protestan contra el muro de Los Arenales, con máscaras y formando fila –en una reproducción de la ópera rock The Wall, del grupo Pink Floyd– camina por el mandapeatón. Con la música de fondo del tema Otro ladrillo en la pared, seguidos y alentados por las cámaras de CQC, el colectivo se encamina hacia el Palacio Municipal para intentar hablar con el intendente José Carlos Halle. El ingreso de la gente por calle Corrientes sorprende a los empleados de la comuna, que ven subir las escaleras al primer piso a la singular manifestación. En las oficinas de la presidencia, el cronista de CQC, Gonzalito Rodríguez, es recibido por el secretario Legal del municipio, Alejandro Cánepa. El funcionario, trata de brindar una explicación ante las cámaras. Dice que el murallón cuenta con “licencia social”. Los vecinos abuchean. Cánepa se olvida de que esa figura no esta contemplada en el Código Urbano, marco legal que regula las edificaciones en la ciudad y por la cual se establece que es antirreglamentaria la pared construida por el titular del barrio privado, Sergio Lifschitz. Los ciudadanos increpan al secretario, quieren el acceso al río y al espacio público, preguntan por qué se defienden los intereses de un particular. En un momento que los micrófonos lo abandonan, Cánepa insulta con gruesos epítetos a una vecina. Gonzalito insiste con obtener alguna respuesta, quiere lograr el “compromiso” de una solución, quiere hablar con el intendente, pero no logra una contestación satisfactoria. La primera parte de la escena se repite por la tarde, pero al llegar a las puertas del palacio se encuentran cerradas, y nuevamente se frustra el diálogo con el presidente municipal.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
