Silvio Méndez
Para tener una perspectiva del problema se podría tener en consideración el siguiente caso: Néstor, un taxista cuentapropista, suma sus ingresos en relación con la cantidad de viajes con pasajeros que puede realizar en determinada cantidad de tiempo. El tiempo, medido en viajes, es el dinero para el sustento de su familia. Y transitar en el microcentro de Paraná en horarios y días pico significa una pérdida de tiempo y de dinero, ya que hay viajes que no puede concretar. El cálculo lo representa de la siguiente manera: cada vez que tiene que atravesar calle 25 de Mayo continuando por España, o por Monte Caseros siguiendo por Corrientes, entre las 10.30 y el mediodía los días hábiles, le significa una pérdida de tiempo de entre 15 y 20 minutos a raíz del caos y el tránsito lento.
Las demoras se repiten si va por Pellegrini, Enrique Carbó, Córdoba, Libertad, Perú y Alem inclusive. Y esa pérdida de tiempo, medida en lo que cuesta un viaje promedio, significa una tarifa de aproximadamente 20 pesos. Lo paradójico es que en ocasiones se hace indefectible circular por esos lugares, y aún estado libre de pasajeros, no los puede tomar porque se hace imposible detenerse en las aceras para que sus clientes suban al coche. Néstor apunta a que las paradas de colectivos y los automóviles estacionados en doble fila impiden también su trabajo. “Y no los puedo tomar por más que hagan señas con las manos desde las veredas. Tengo que perder la vuelta y ponerme en un parada”, describe.
El problema de la congestión vehicular en ciertas calles de Paraná no es solamente un inconveniente para los taxistas, remiseros o quienes viajan a bordo de colectivos; también lo sufren automovilistas particulares que deben transitar por el centro cívico y comercial de la ciudad. Y en ocasiones, las molestias se hacen más patentes los días de pago de servicios, cobros o cierre de trámites a principio de cada mes. Los horarios más conflictivos ya han sido estudiados y son sabidos: se sitúan cerca del comienzo y cierre de la actividad administrativa, temprano a la mañana, sobre el mediodía y alrededor de las 19. Aunque últimamente se constató que el horario ha comenzado a extenderse también en las fracciones intermedias, desde las 10.30 a las 17.
“Las horas pico son a la mañana, y hoy empieza cada vez más temprano. Más aún cuando hay días de pagos y vencimientos. Es imposible andar. La cantidad de autos es impresionante”, describe el testimonio del taxista.
Uno de los factores con mayor incidencia en este escenario en que cada vez pulula una mayor cantidad de automotores es el espectacular crecimiento del parque automotor en la Argentina. De acuerdo a las últimas estadísticas de la Dirección General de Rentas (DGR) de la provincia, en Entre Ríos, hasta agosto de 2011, se han patentado 17.015 cero kilómetro (entre los que se cuentan autos, pick up, furgones, camiones, acoplados y ómnibus). Esta cifra alcanza ya la totalidad de nuevos vehículos registrados en todo 2010, que sumaron 17.312 en ese período. En total, en la provincia se cuenta a más de 650.000 en uso que tributan, siendo el departamento Paraná el de mayor incidencia.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
