Hugo Remedi
A puertas de la plena participación de las mujeres en todas las actividades institucionales de la vida cotidiana social el peronismo, sin embargo, decidió darles la espalda a la hora de gobernar. En efecto, de unos 90 cargos que andan dando vueltas entre electivos y delegados del gobernador Sergio Urribarri y de la intendenta Blanca Osuna, apenas unos 12 pertenecen al glamoroso “sexo débil”, los casi 80 lugares restantes siguen siendo propiedad de los históricos “dueños del poder”.
Recurrentemente, los políticos siguen apelando a declamar a los cuatro vientos sobre la necesaria participación de la mujer en la política y sin embargo, a la hora de la verdad, el destino final de “ellas” sigue siendo, por lo pronto y en el mejor de los casos, apenas la cocina en las estructuras donde se disputa el poder en serio.
La tendencia comenzó a avistarse a partir de las candidaturas previo a las elecciones, continuó tras los resultados comiciales y terminó de consolidarse con las designaciones de los principales cargos del Poder Ejecutivo provincial e incluso del gabinete de Blanca Osuna en la Intendencia de la ciudad capital de la provincia.
Para ser concretos, producto de los resultados de los comicios de octubre pasado, 15 de los 17 senadores que se llevó el oficialismo para su granja (la totalidad) son hombres.
Luego, Urribarri se metió en la casa del vicegobernador José Cáceres el Senado provincial y puso tres hombrecitos más: Mauro Urribarri, uno de sus hijos, como secretario de Cámara; al hijo de Faustino Schiavoni, Lautaro, como prosecretario, y a su cuñado, Juan Pablo Aguilera, como secretario coordinador. Y como para consolidar la supremacía machista, Gustavo Osuna (hombre de confianza de Cáceres) es el secretario del bloque de senadores y Guillermo Echenause el prosecretario.
Mujeres en extinción
En Diputados, donde paradójicamente impera el cupo femenino, la cosa no es tan diferente. De los 19 diputados que incrustó el oficialismo en la cámara baja de la provincia, 15 son hombres y sólo cuatro cargos quedaron para las mujeres. En todo caso, podrá sumarse una más cuando José Lauritto, actual diputado provincial, deje su cargo en los próximos días y asuma como ministro de Educación, tal lo anunciado. En su reemplazo asumirá entonces Adela Esparza, madre del actual ministro de Desarrollo Social, Carlos Ramos.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)