Hugo Remedi

-¿Vale la pena seguir siendo afiliado a esta ATE que tenemos hoy en Entre Ríos?
-En mi caso es absolutamente imposible dejar de pertenecer a algo que fue parte de mi vida. Puedo encontrar un montón de cosas que no me gusten o me desagraden, pero tengo un sentido de pertenencia muy fuerte.

-¿Pero esta ATE defiende a los trabajadores o es funcional al gobierno provincial directamente? Digo, tanto ATE como UPCN y AGMER provincial responden al oficialismo, sólo queda enfrente AGMER Paraná.
-En primer lugar no suelo hablar de otras organizaciones gremiales hermanas, digo en el caso concreto de AGMER, que no es exactamente el mismo caso que lo de ATE. En realidad, creo que hay dos tácticas diferentes en esos sectores que vos nombraste, pero en el caso de ATE y de UPCN también, evidentemente, hay una defección en los reclamos frente a las necesidades salariales que son evidentes.

-Definitivamente, ¿está indefenso el estatal de hoy frente a la patronal? O te lo pregunto de otro modo: ¿está contenido el trabajador estatal hoy del mismo modo que cuando vos o José Lambarri fueron secretarios generales, por ejemplo?
-Es muy difícil opinar de lo mismo que uno hizo o no hizo. También creo que hay circunstancias históricas que a uno le tocó vivir que fueron muy distintivas y muy especiales, de mucho conflicto. Es decir, nos hicimos cargo del conflicto y lo llevamos adelante. Creo que eso marcó una presencia y una potencia en términos gremiales bastante importante, cosa que hoy no ocurre. Pero insisto, hoy son otras las circunstancias, por eso lo que puedo decir es lo que escucho de mis propios compañeros o de otros compañeros de diferentes sectores.

-¿Y qué te dicen esos compañeros?
-Y… que hay una cierta desprotección, efectivamente.

-Vamos por un rato a tu vida. ¿En qué andás?
-En términos de accionar político y sindical estoy haciendo pocas cosas, en realidad con cosas que tienen que ver con la Ley de Medios. Obviamente, tengo opinión sobre un montón de cosas que suceden, pero no más que esto, por eso a veces me pregunto para qué hacer un reportaje, ya no solamente no represento a nadie sino que mi opinión vale relativamente poco.

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del 19 de julio de 2012)