D. E.
La empresa Soluciones Inteligentes SA tiene una sede en avenida Ramírez al 800 y otra en calle San Luis al 200, pero los lugares son casi inexistentes. No se ve movimiento y en el departamento de calle San Luis nadie responde cuando uno acude al portero eléctrico. A simple vista, el nombre, seguramente, no sonará demasiado para el lector de este artículo. Según los registros de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), tiene un objeto social amplio: “fabricación de productos de laboratorio, sustancias químicas y medicinales”, como actividad principal, pero, a su vez, la “construcción, reforma y reparación de edificios residenciales; servicios de labranza, siembra, transplante y cuidados naturales”, al igual que “servicios de transporte de mercaderías a granel”.
Las dos primeras actividades las tiene desde fines de 2009; las restantes, desde agosto de 2010. Sin dudas, el caballito de batalla de la empresa son los Suplementos Alimentarios Naturales Argentinos (SANA), con los que, en los últimos tiempos, selló varios acuerdos con equipos nacionales de fútbol y, al parecer, de la mano de gente del gobierno entrerriano vinculada al fútbol.
“La empresa estaba fundida. Se la quisieron vender a varios conocidos empresarios de Paraná, pero no hubo acuerdo”, indicó a ANÁLISIS un conocedor del rubro. “Todo cambió a partir de la incorporación de tres nuevos socios”, se acotó.
Los más conocedores no dudan en indicar que hubo una persona clave en el desembarco de los flamantes empresarios: el operador inmobiliario de Paraná Pablo Sciortino, quien en los últimos años se ha ufanado en reconocer ante propios y extraños que es un “buen asesor y ejecutor de negocios” de determinados hombres poderosos del gobierno que conduce Sergio Urribarri. De hecho, en los últimos cinco años cambió notablemente su ritmo de vida: dispone de una importante mansión en calle Alem al 700; una camioneta Hilux valuada en 180.000 pesos, otro automóvil Corola y una importante lancha de 30.000 dólares, pero ante la AFIP es monotributista categoría E, hasta 72.000 pesos anuales. Fanático de la caza y de la pesca -por lo cual viaja mucho por lugares caros del país para despuntar el vicio-, también juega al rugby y es un especialista en el poker. “Es un urribarrista de la primera hora”, indican a su alrededor y nadie recuerda, por ejemplo, que en el 2006, participó de un concurso de pesca en Santa Fe con un equipo al que denominó Peña Vamos Menem, del que también formaron parte Javier Borgobello y Gonzalo Gracia.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS del jueves 22 de Noviembre de 2012)