Por Andrés Klipphan
(especial para ANALISIS)
-Gerente: “A partir de este momento y hasta nuevo aviso, no hay más desabastecimiento”.
-Periodista: “pero estamos por salir al aire, y el programa gira alrededor de la falta de insumos por los bloqueos y las medidas de los ruralistas”.
-Gerente: “Toma, que editen estas fotos de los productores tirando miles de leche a la calle y hace el programa con eso. El jefe (por el dueño del canal) ordenó eso, no hay desabastecimiento”.
Las góndolas estaban vacías, había desabastecimiento, pero el Gobierno pedía que se oculte la información. Acá se dieron dos situaciones. Los medios afines a los K no hablaron de la falta de alimentos en los supermercados, pero mostraron las imágenes de los chacareros arrojando miles de leche a los ríos o calles, un hecho aberrante que la Casa Rosada sí quería difundir, de hecho las fotos las había acercado gente del gobierno nacional.
Los medios enfrentados al Gobierno no publicaron esas fotos, si, en cambio, difundieron y abusaron del desabastecimiento que, en realidad era moderado.
La noticia era explosiva. En Río Gallegos, la ciudad del matrimonio presidencial había garitos, prostíbulos, puticlub donde se traficaba drogas y había trata de personas y se prostituía a menores. Para mayor aditamento, el jefe de la policía provincial estaba fotografiado en el lugar junto a la barra.
Durante la emisión del programa el conductor recibe el llamado del subgerente solicitando que entreviste al gobernador de la provincia desmintiendo la información. Durante la nota, el gobernador hace agua ya que había imágenes de los prostíbulos.
Al otro día, el periodista se queda sin aire durante seis meses. El dueño del canal le pide disculpas y le confía algo increíble. Le levantaban la audición por pedido de la Casa Rosada pero él, seguiría cobrando su sueldo. A los seis meses, el programa volvió a ser emitido.
(Más información en la edición gráfica de ANALISIS)