Hugo Remedi

El diario La Nación, por estos días, dio cuenta en una editorial de que el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, pasó a integrar la mesa chica desde donde surgen las fumatas más importantes de la escudería que conduce la presidenta Cristina Fernández. Al mismo nivel de Carlos Zannini, por ejemplo. Así posicionaron al primer mandatario provincial en aquella nota de un diario claramente opositor al gobierno nacional. Y si bien no sería una novedad para los parroquianos que frecuentan estas tierras, por su nivel de exposición sí pone a nuestra provincia en una posición de vanguardia frente al resto del concierto nacional.

Si por el hecho de no haber sido desmentida por el propio protagonista, que es el mismo gobernador, uno da por cierta tal situación, seguirá entonces la idea de que a partir de ahora ya no será lo mismo acompañar el proyecto nacional y popular -como gusta calificarse el kirchnerismo- que ser protagonista de las principales decisiones que surcarán por lo pronto el universo oficialista.

Por cierto, el resultado de las PASO llevadas adelante el pasado 11 de agosto, que desestabilizaron profundamente el bienestar electoral de los K, cambió sustancialmente el tablero de juego.

(Más información en la revista ANALISIS en su edición del 12 de septiembre de 2013)