Pablo Rochi
No fue una piña, sólo fue un llamado telefónico. Igual, para Daniel Aquino fue prácticamente lo mismo, porque a decir verdad le dolió como una trompada directo al mentón.
La ilusión es muy grande. Está en juego nada más y nada menos que la clasificación a los Juegos Olímpicos, el evento que cualquier deportista, profesional o amateur, sueña con poder alcanzar.
Aquino tenía en mente llegar de la mejor forma al 6 de junio, fecha para la que estaba pautada la pelea frente al argelino Abdelkader Chadi. El ganador conseguiría el pasaje a Río de Janeiro 2016. Para eso se preparó y se puso a tono.
No obstante, el boxeo volvió a mostrar sus desprolijidades más profundas: a una hora de viajar y con los bolsos ya preparados, Aquino recibió el llamado menos deseado. Su papá Carlos le avisó que se había suspendido la pelea y que no había fecha ni lugar confirmado para la contienda.
En sí, no es la primera vez que el púgil paranaense sufre en carne propia las irregularidades que rodean a esta disciplina. Tiempo atrás, y ya finalizada la fase clasificatoria del torneo AIBA Pro Boxing (APB), Aquino estuvo meses sin saber si había clasificado o no a los Juegos Olímpicos. Fue hasta que le avisaron que debía ir a un repechaje con el argelino Abdelkader Chadi.
Ambos finalizaron segundos en el torneo APB, detrás del ruso Armen Zakaryan que se consagró campeón en dicha divisional, por lo que deberán dirimir la segunda plaza en juego para la máxima cita del deporte mundial.
Si bien aún no se confirmó, la versión más cercana sostiene que la pelea podría ser el venidero 20 de junio pero no en Rusia, como se venía barajando, sino en la ciudad de Guyiang, China, o en México.
“Me dio mucha bronca. Mucha. En ese momento me enojé mucho. Pero también como sabía que podía pasar, traté de tranquilizarme rápido. No era la noticia que esperaba, no era el llamado que esperaba, pero como también sabía que era una posibilidad, cuando me dijeron no me causó sorpresa”, dijo el protagonista al respecto.
(Más información en la edición gráfica número 1022 de ANALISIS del día 11 de junio de 2015)
