Juan Cruz Varela
La irrupción de Gendarmería en la Federación Entrerriana de Hockey no fue violenta ni efectista, sino más bien prudente, discreta, sin estridencias. En términos estrictamente técnicos se trató de un pedido de información en el marco de una investigación que, en principio, no apunta hacia la provincia ni a los dirigentes entrerrianos.
Lo cierto es que el procedimiento obligó a la aparición en escena de una especie de fantasma, un actor casi desconocido para el gran público, el hombre de atrás en toda esta historia: Rosario Ignacio La Barba, el presidente de la Federación Entrerriana de Hockey.
El procedimiento se concretó el miércoles 21 de septiembre, alrededor de las 17.30, más o menos cuando los estudiantes elegían a su reina. Los gendarmes llegaron discretamente hasta el edificio de calle 25 de Junio 198, 5° C, de Paraná –que le pertenece al empresario Mario Domínguez–, provistos de un oficio emanado por el juez federal porteño Julián Ercolini requiriendo la entrega de facturas, recibos, órdenes de pago, solicitudes de compras, solicitudes de presupuestos, remitos, constancias de viáticos, registros de transferencias bancarias y correos electrónicos que aludieran a la instalación de tres canchas de césped sintético en clubes paranaenses, en el marco de una investigación por presuntas irregularidades en un contrato firmado por Aníbal Fernández, aparentemente, en su doble rol de presidente de la Confederación Argentina de Hockey (CAH) y jefe de Gabinete de Ministros.
La Barba estaba esperándolos. A la mañana habían ido los mismos gendarmes, pero las puertas estaban cerradas y no había ningún dirigente en la sede de la entidad.
–Si esto hubiese sido un allanamiento, habríamos tirado la puerta abajo–, le aclararon los gendarmes luego de exhibirle el oficio.
Lo sabía La Barba que, además, ya estaba alertado de que eso podía pasar en cualquier momento. Es que tres semanas atrás se había realizado un procedimiento similar en la vivienda de la ex titular de la Federación Entrerriana de Hockey, quien dijo estar sorprendida por la presencia de los gendarmes, porque cuando se coordinó el envío de canchas de hockey a la provincia ya no se encontraba al frente de la institución, aunque retenía un cargo en la comisión directiva.
Se supo, además, que en los días previos se hicieron relevamientos fotográficos aéreos en distintos puntos de Paraná buscando detectar las canchas que debían tener césped sintético en la ciudad. El acta del procedimiento, que firmó el propio La Barba aquella tarde, dice que los gendarmes se llevaron remitos, facturas, estados contables de la federación y fotografías de los camiones de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) que se utilizaron para trasladar las alfombras.
(Más información en la edición número 1048 de la revista ANALISIS del jueves 6 de octubre de 2016)
