D.E.
Sergio Varisco no habla del tema. Hace ya un buen tiempo que prefiere quedar en silencio o decir una respuesta de ocasión, para pasar el momento. Lo cierto es que el intendente paranaense está cada día más preocupado y comprometido con el avance de la causa que lleva adelante el juez federal de Paraná, Leandro Ríos y que tiene como epicentro los manejos de Daniel Tavi Celis y su banda narco, prácticamente desarticulada con las detenciones casi masivas que se registraron después del secuestro del avión proveniente de Paraguay, con 350 kilogramos de marihuana. El tema es que desde el Ministerio del Interior y el de Seguridad, siguen muy de cerca todos los movimientos que se van produciendo en torno a la causa.
Dos personas estrechamente vinculadas a Varisco pasaron en los últimos días por el edificio judicial de calle 25 de Mayo y al declarar dejaron demostrada la ligazón de Celis con la estructura varisquista. El primero de ellos fue el concejal Héctor Pablo Hernández, quien milita en la UCR desde 1995, en el barrio San Agustín, precisamente la zona donde se desarrolla buena parte del poder de Tavi Celis.
Hernández había sido candidato a concejal suplente con Varisco, en 1999 y en el 2000 fue responsable del Área Joven de la Municipalidad. Según pudo reconstruir ANÁLISIS, Hernández reconoció que Celis había conformado un grupo vecinalista y tenía la Iglesia Evangélica de calle República de Siria y Don Segundo Sombra, que adhirió al varisquismo en la última campaña electoral. Dijo que Celis era muy conocido en el barrio y les sirvió para convencer a la gente de la amplia zona, que concentra a más de 70 mil vecinos aproximadamente. Según Hernández, los “aportes” de Celis pasaron, fundamentalmente, por dinero que le podía dar a alguna gente más necesitada; mercadería y bolsones que les alcanzaba, lo que retiraba de su autoservicio o de su verdulería.
Durante varios minutos, Hernández trató de remarcar que Celis no era narcotraficante. Indicó que se lo preguntaban todo el tiempo y hasta se ufanaba en decir que podía sacar “certificado de buena conducta” cuantas veces fuera necesario.
Recordó que Celis no es empleado municipal, pero reconoció la incidencia que tenía sobre Hernán Rivero, ex director de la Unidad Municipal número 2 y actualmente preso por la causa narco, como así también sobre Miguel Leguizamón, funcionario de carrera de la misma área, a cargo de los camiones atmosféricos municipales, también detenido.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS del jueves 22 de junio de 2017)