Por Camila Fernández
Los amantes del buen tango tienen una fecha obligada este 9 de diciembre: El Rescate Tango, lo mejor del tango local, se presentará junto a bailarines de aquí y de allá en el Teatro 3 de Febrero a las 21 horas. La función será dos días antes de la celebración del Día Nacional del Tango, que se festeja el 11 de diciembre, en conmemoración del nacimiento de La Voz del tango, el zorzal criollo, Carlos Gardel (11/12/1890); y de La Música del tango: Julio De Caro, gran director de orquesta y renovador del género (11/12/1899), las dos vertientes que le dieron vida a este género que es identidad popular y que en cada rincón del país encuentra un alma para cantar hasta morir.
Sobre El Rescate
“Me gusta el tango desde que soy chico, lo conocí escuchando la radio, como todos, escuchándolo a Gardel”, cuenta Omar Paloma a esta cronista, iniciador y cantor de la orquesta, que se compone con César González al piano; el otro fundador del grupo, Juan Carlos Cavallaro en el violín; Sedil Toledo en el bandoneón y Guillermo Trobbiani en el contrabajo.
“Con Cavallaro somos casi vecinos, los dos empezamos la orquesta allá por los años ´90 (1999). Yo lo conocía porque él era violinista en la Orquesta Sinfónica de la provincia, y siempre le decía que podíamos hacer algo, porque él viene de la música clásica pero le gustaba el tango”, relata Paloma.
Omar Paloma nació en 1941. El tango, en la década del ´20. Las orquestas típicas de los esplendorosos años ´20 dieron al género los primeros directores, el baile y los iniciales tango-canción (Pascual Contursi), ante la mirada atónita de las personas de “buenas costumbres” que lo consideraban un género menor por su desparpajo y sensualidad. Pero su triunfo en París lo cambió todo. Para los años ´40 el tango estaba en su época de oro.
Aparecen grandes músicos, compositores, directores, surgen importantes orquestas con la voz de los cantores quienes, cada uno a su modo, definirían para siempre la personalidad del tango. Poetas que le darían vuelo literario a la música y que sellarían su estilo desgarrador, romántico y nostálgico. El tango suena en todas las radios, en las películas y salones de baile. La masividad fue indiscutible. De aquellos años salieron las orquestas de Aníbal Troilo, Ángel D´Agostino, Juan D ´Arienzo, Miguel Caló, Carlos Di Sarli, entre tantas otras. Los cantores Francisco Fiorentino, Ángel Vargas, Hector Mauré, Alberto Podestá. Y los poetas Homero Manzi, Enrique Cadícamo, Cátulo Castillo, Homero Expósito y José María Contursi.
Y esos tangos son los que rescata la orquesta local. Omar Paloma habla y parece que en cualquier momento se pone a cantar. No sé por qué, pero los cantores tienen el arrabal cruzado en la lengua, y si hay algo que los caracteriza, es la emoción que de repente abarca todo cuando se trata del tango. Será por la profesión de sentir lo que se canta hasta en los huesos, la habilidad de transmitir esa sensación al público en cada verso. Y si no hay emoción, no hay tango, es así, que vachaché...
(más información en la edición gráfica número 1072 de la revista ANALISIS del jueves 7 de diciembre de 2017)
