
En Entre Ríos es pionero de una disciplina que se sabe que existe, pero sobre la cual se tiene poca información. De 31 años de edad, Emanuel Pross inició un vínculo con la motonáutica de casualidad: en el 2017 compró una moto de agua para pasear por el río Paraná y actualmente forma parte del campeonato Sudamericano. Sus ganas de codearse con los mejores y el sueño de poder contar con una fecha internacional en su ciudad.
Pablo Rochi
Está claro que hay pasiones escondidas que despiertan en una persona cuando menos se espera. Todo llega de casualidad, de repente y casi en forma imperceptible. Eso fue lo que le sucedió a Emanuel Pross, el joven paranaense de 31 años que dos años atrás compró una moto de agua para pasear por el río Paraná y hoy es parte del campeonato Sudamericano de motonáutica.
Pross pasó a ser el pionero de una disciplina que poco se conoce en la ciudad de Paraná y en Entre Ríos. De hecho, él es el único representante que tiene la provincia en esta actividad.
Días atrás llegó de Itaquí, Río Grande do Sul, Brasil, tras experimentar una nueva carrera. La competencia correspondió a la primera fecha del calendario Sudamericano, que tendrá otros 6 capítulos. Concluir en el cuarto puesto lo entusiasma. Mientras espera con expectativa la próxima carrera, Pross tomó velocidad y habló de su nueva pasión.
—Siempre se habló de la variedad deportiva con la que cuenta Paraná, pero poco y nada se habla de la motonáutica. Ahora con tu presencia la ciudad tiene un representante.
—Es cierto, en Paraná no se habla mucho de la motonáutica. A mí siempre me llamó la atención este deporte y me gustó. Así y todo me inicié en esta disciplina casi de casualidad. Compré una moto de agua en el 2017. Un día la llevé a Rosario para un service, a una empresa muy conocida que les prepara las motos de agua de carrera a varios pilotos. Allí me comentaron no solo de cómo se realizaban estos trabajos sino que también muchos de sus clientes compiten en el Sudamericano de Motonáutica. Ahí fue donde me enteré de todo.
—Entonces, vos compraste la moto de agua para disfrutarla en el río Paraná, nunca pensando en competir.
—Tal cual. Por eso digo que lo mío fue de casualidad. Compré a la moto con el propósito de andar en el río, pasear y disfrutar con amigos. Con ese fin. Es más, particularmente ni sabía que existía este tipo de competencias de motos de agua. Me enteré todo en Rosario cuando fui a llevarla al service. Ahí fue que me entusiasmé. Después me contacté con la organización y ese mismo 2017 tuve mi primera vez en una carrera que se llevó a cabo en Fray Bentos, por la primera fecha del Sudamericano.
—¿Y cómo te fue?
—Muy bien. La pasé muy bien, me divertí y me enganché del todo. Después tuve la posibilidad de correr en Brasil, Paraguay, Uruguay y en nuestro país. En todo este tiempo fui adquiriendo experiencia. Ahora, semanas atrás arrancó otra temporada del campeonato Sudamericano y allí estuvimos. Fue la primera de 7 carreras que tiene el calendario.
—¿Y en tu categoría cuál es la velocidad con la que compiten?
—En una recta se puede alcanzar una velocidad de 115 kilómetros por hora. Esa velocidad en el río es muchísimo. Hoy soy el único de Entre Ríos en participar de este tipo de competencias.
—¿Y en Paraná dónde entrenás para adquirir velocidad y funcionar tal cual las exigencias requeridas? ¿No hay un circuito?
—No, en Paraná no hay ningún tipo de circuito. Trato de hacerlo cuando no hay muchas lanchas andando en el río. Me armo un recorrido y ahí entreno. Ojalá que algún día podamos tener un circuito. Es más, no sólo un circuito sino también sumar gente que se acerque a la actividad. En este tipo de eventos se corre en moto de agua y también se realiza jet ski. En sí, Argentina tiene mucho jet ski pero no tanta moto de agua para carreras de motonáutica.
(Más información en la edición gráfica 1105 de la revista ANALISIS del jueves 26 de septiembre de 2019)