La causa de los mellizos hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela sigue teniendo capítulos que acercan la verdad. En sintonía con lo resuelto por Corte Suprema de Justicia (CSJ) en diciembre pasado, la Sala II de la Cámara de Casación Penal de la Nación anuló la absolución de Marino Héctor González y remitió la causa al Tribunal original para que se realice un nuevo juicio con otra integración. Marino es señalado por su responsabilidad en la sustracción y alteración del estado civil de Sabrina Gullino y su mellizo varón en la causa conocida como Hospital Militar.
Por Juan Cruz Butvilofsky
Se trata de los delitos permanentes. Estos que siguen cometiéndose a lo largo de los años y que se mantienen en la impunidad gracias al silencio cómplice de los actores. Son delitos de lesa humanidad, esos que afectan a la comunidad toda por la afectación de los derechos personalísimos de los integrantes de una sociedad.
Hace poco más de un año fueron condenados los tres médicos propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP) ubicado en calle España de la capital provincial. Miguel Torrealday fue condenado a 9 años de prisión por ser partícipe necesario del robo de los mellizos hijos de Raquel Negro y Tulio Valenzuela. David Vainstub y Jorge Rossi, también propietarios, fueron condenados como partícipes secundarios a la pena de 6 años. Cabe recordar que los tres permanecen en libertad hasta que sus condenas queden firmes, tal como lo registró Revista ANÁLISIS (ver foto).
A pesar de las condenas, ninguno de los datos vertidos durante el juicio aportaron datos concretos que sirvan para dar con el paradero del melli varón, hermano de Sabrina, al cual se lo está buscando todavía. Un delito que genera un dolor permanente.
Pero la novedad llega por resoluciones anteriores a la de los médicos del IPP. Recordemos: los mellizos nacieron en el Hospital Militar de Paraná y llegaron en una ambulancia al IPP, cuyos ingresos se registraron en el libro de ingresos/egresos que fue clave en la condena a los profesionales. Cabe recordar que al melli varón lo retiraron del IPP sin que haya surgido dato alguno que permita saber a quién se lo entregaron los profesionales condenados, mientras que Sabrina fue abandonada en un convento de Rosario y criada por una familia que no conocía su real origen.
En 2011, Marino González fue absuelto por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná. Se lo acusó en la causa “Zaccaría, Juan Antonio y otros” del delito de sustracción y alteración del estado civil de dos menores de 10 años de edad. La causa es más conocida como Hospital Militar.
Esto fue apelado por los fiscales, lo que dio inicio a un periplo que llegó a las máximas instancias judiciales. Primero la Sala II de la Cámara de Casación Penal rechazó la apelación. Fiscalía recurrió a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) mediante un recurso extraordinario. En diciembre del año pasado, la CSJ resolvió anular la absolución a Marino González y ordenó a la Sala II que revea su fallo y gire el expediente al Tribunal original para la realización de un nuevo juicio con una conformación distinta.
(Más información en la edición gráfica número 1108 de la revista ANALISIS del jueves 21 de noviembre de 2019)
