Adán Bahl y su equipo asumen el desafío de reordenar el Municipio de Paraná tras la gestión de Sergio Varisco. En el entorno del intendente entrante hablan de los 100 primeros días como plazo para sentar las bases de la puesta en marcha.
Por Juan Cruz Butvilofsky
Deben haber sido pocos los que pensaron que Sergio Varisco iba a tener la gestión que tuvo en estos cuatro años al frente del Municipio de Paraná. Un breve repaso de algunos hechos que sucedieron desde diciembre del 2015 a esta parte puede servir de muestra: calles intransitables, barrios en situación de extremo abandono como el Capibá (muy recurrido en tiempos de campañas por la clase política), modificaciones al tránsito sin que se expongan los resultados del proyecto y sin consultarle a los comerciantes, intento de entrega del Jardín Botánico a Buses Paraná (ERSA Urbano S.A. y Mariano Moreno S.R.L.), marco normativo del sistema de Transporte Urbano de Pasajeros a molde de las empresas concesionarias (a las luces, deficiente), iniciativa de un polo tecnológico en un área protegida, balnearios descuidados con el río inhabitable y piletones inaugurados al final de la temporada, recaudaciones millonarias a través de honorarios para abogados funcionarios, arroyos contaminados sin control del Estado, entre otras cosas son tan sólo algunos de las evidencias de la improvisación.
Además, la segunda intendencia de Varisco estuvo atravesada por problemas judiciales: la causa narcomunicipio que está juzgándose en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Paraná en la cual está involucrado el propio intendente, el concejal Pablo Hernández y la funcionaria municipal Griselda Bordeira; la causa por Peculado contra el intendente y el secretario de Legal y Técnica Walter Rolandelli respecto al frustrado adelanto económico para con la Mutual Modelo (cuyo tesorero es la pareja de la concejala oficialista María Marta Zuiani); la agresión del entonces secretario de Medios José Escobar a la propia viceintendenta Josefina Etienot que derivó en un expediente judicial; la denuncia de ENERSA contra el intendente y su pareja, la concejala Claudia Acevedo, por colgarse de la luz; entre otras causas.
Sin dudas, ni el más opositor al varisquismo hubiese imaginado una gestión de este calibre que está llegando a duras penas al final de mandato con las finanzas en rojo por la irresponsabilidad económica y contrataciones en tiempos de campaña electoral. Al punto tal que no pocos cuentan que el despacho de presidencia está colmado de expedientes a la espera de la firma del intendente para liquidar los pagos.
La gestión Varisco termina con una carpa permanente en la puerta de la municipalidad, montada por gente que fue defraudada ante las promesas incumplidas por contratarlos a cambio de militancia y posteriormente despedidos tras la denuncia penal de la gestión entrante. En el lado opuesto, las contrataciones a gente cercana al líder del Movimiento Vecinal del Oeste (MVO) cuya sede es la propia casa del Tavi Celis en calle República de Siria.
Es un gran desafío político el que tiene por delante el intendente Adán Bahl y su equipo. Debe comenzar un reordenamiento de un Estado municipal que hace agua por casi todos lados, a excepción del Concejo Deliberante donde Etienot logró una especie de oasis en medio del desierto. Quien siguió de cerca la gestión durante estos 4 años puede dar fe de lo que aquí se dice. Las urnas mostraron esa contundencia: Bahl se impuso por sobre Varisco por una diferencia de casi 16.000 votos.
(Más información en la edición gráfica número 1109 de la revista ANALISIS del jueves 5 de diciembre de 2019)
