Tabaré Muñoz, el andinista paranaense que llegó a la cima del Aconcagua
En el techo de América
Se propuso lograr uno de los desafíos más grandes y difíciles que cualquier escalador tiene en mente. Y lo cumplió. Tabaré Muñoz contó detalles de su aventura y mostró sus amplios conocimientos de una de las disciplinas más complejas. Las condiciones más extremas, el frío que “cala los huesos” y los imponderables más peligrosos. “Cuando llegas a la cumbre es algo de no creer, una emoción indescriptible, pero también es una expedición desacrificio extremo, donde el cuerpo llega al límite de sus fuerzas y posibilidades”, contó el protagonista.
Pablo Rochi
“Es la cumbre de América, nada más y nada menos”. Así resume Tabaré Muñoz lo que fue su experiencia más difícil, compleja y enriquecedora de su trayectoria como andinista.
En época de pandemia y cuarentena, este joven paranaense repasó lo que fue llegar al techo del continente, el lidiar contra la naturaleza, el desafiarse a sí mismo al extremo y el toparse cara a cara con el colapso. Todo por el enorme objetivo de alcanzar la cima del Aconcagua, con lo que ello significa.
La experiencia ocurrió en febrero pasado, en una travesía que duró casi 20 días. Tabaré Muñoz encaró el enorme reto junto dos colegas, Julián Prato y Alfredo Álvarez, de Buenos Aires.
“El Aconcagua es un objetivo para muchos andinistas de todo el mundo. De hecho, hay más extranjeros que argentinos quienes se lanzan a lograr el ascenso. Es una montaña internacional y un objetivo alto, bien alto. Son de esos sueños que el andinista no habla mucho pero que siempre lo tiene presente. “Me falta el Aconcagua, me falta el Aconcagua”, te retumba permanentemente en la cabeza. Y cuando te preguntan, -vos que sos andinista, ¿hiciste el Aconcagua?…Heeee, no, no lo hice…Eso te da una bronca muy grande”, confesó el protagonista.
- ¿Cómo fue programar el ascenso?
-El Aconcagua tiene dos campos bases. Una es Plaza de Mulas, un lugar archiconocido en el mundo de los andinistas que se llega por Quebrada Horcones. Es como una ciudad a 4.000 metros de altura. La otra es por Quebrada Las Vacas, que te lleva a Plaza Argentina, lo que es el segundo campo base. Nosotros elegimos esta última opción, que es la ruta más larga. Es la ruta que hicieron unos andinistas Polacos que quedaron en la historia. En total son más de 140 kilómetros de expedición. Ese recorrido lo hicimos en 18 días de expedición, haciendo cumbre el día 15.
-Uno supone que lanzarse a esta aventura debe implicar una gran organización, ejemplo, las provisiones.
-Llevamos 30 kilos de comida y 30 kilos de equipamiento. Todo eso viaja en una mula hasta el campo base. Después, cada uno de nosotros llevó su equipo personal. Una vez que hicimos base, empieza lo que se denomina climatización, que es un proceso fisiológico del cuerpo a vivir con menos oxígeno de lo habitual. Después empieza la escalada: tomamos comida, agua y todo lo necesario y lo llevamos al campo 1. Entonces, de 4.000 metros nos fuimos a 5.000 metros. Una vez que reunimos todo ahí, nos mudamos en forma completa a ese campamento. Descansamos ahí, nos hidratamos y el cuerpo continúa con la siguiente adaptación. Y así sucesivamente.
(Más información en la edición gráfica número 1111 de la revista ANALISIS del jueves 4 de junio de 2020)
