Enrique Tomás Cresto nació en Concordia al día siguiente del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976; aunque lo anotaron el 26 de marzo. Fue diputado provincial y senador Departamental y en ambos casos presidió el bloque de legisladores del peronismo. También fue intendente de Concordia en uso de licencia. En 2021 fue electo diputado nacional, pero declinó asumir y su lugar fue ocupado por el actual diputado Tomás Ledesma de línea interna La Cámpora. Actualmente dirige el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) y se postula como precandidato a gobernador en las elecciones del próximo año.
Nahuel Maciel
Enrique Tomás Cresto proviene de una familia con una extensa trayectoria en la política. Es hijo del dos veces intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto; y de Laura Martínez Pass de Cresto, que fue senadora nacional. Además, es nieto del exgobernador de Entre Ríos a cuya memoria debe su nombre.
Además de la política, Enrique Cresto llegó a destacarse como atleta en las disciplinas de Duatlón y Triatlón, en competencias nacionales e internacionales, logrando subcampeonatos y campeonatos en otros casos, incluso a nivel Sudamericano entre 1991 y 1994.
Y del mismo modo se ha destacado por su compromiso solidario al integrar entidades como la Fundación Conased, que es una ONG que ha impulsado distintas actividades de inclusión social en el campo de la educación, la cultura y la salud.
En las elecciones del 9 de junio de 2019, fue reelecto intendente de Concordia con el 57 por ciento de los votos. Y desde enero de 2020 se encuentra con licencia en su cargo de intendente para asumir la titularidad del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa), convocado por el presidente Alberto Fernández a ser parte del gabinete nacional.
En diálogo con ANÁLISIS, recorre parte de ese trayecto; pero también aporta definiciones sobre su perspectiva en material federal y la necesidad de darle continuidad a la gestión del actual gobernador Gustavo Bordet.
-Usted tiene aspiraciones a la gobernación de Entre Ríos. ¿Cómo piensa remontar el haber sido un candidato testimonial y no concreto?
-Primero, quisiera compartir a manera de introducción que provengo de una familia donde mi abuelo fue gobernador de esta provincia. Y cuando fue el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, yo nazco al día siguiente: el 25 de marzo de ese año. Me anotaron el 26; mi padre estaba preso y mi abuelo desaparecido. Mi madre me pone como nombre Enrique Tomás, pero más que nada para honrar la memoria de mi abuelo porque en ese entonces no se sabía si iba a aparecer. Fue recién a los siguientes días de supo que estaba detenido en Paraná y después estuvo cinco años y medio preso. Terminé la primaria, la secundaria y me fui a estudiar a la Universidad Nacional del Litoral, donde me recibo de abogado. Fue en esos años que comencé a militar en la Juventud Universitaria Peronista. Con esto quiero graficar que si bien soy “nieto de” e “hijo de” mi vocación política se despierta en la universidad. Siempre había visto a la política como la actividad que no me permitió tener a mis padres cerca o en mi casa. Somos seis hermanos y mi madre siempre acompañando a mi padre. Entonces con la actividad política no digo que tenía rechazo, pero sí cierto distanciamiento. Y en la universidad recién empecé a militar; luego surgieron las elecciones en la Juventud en Entre Ríos. En esos años dejé momentáneamente mis estudios para dedicarme de lleno a la Juventud Peronista, luego retomé los estudios y me recibí de abogado el 7 de diciembre de 1999. La verdad que ese año -´99- fui precandidato a concejal en Concordia, formando parte de una lista que perdió ante la que promovía Hernán Darío “El Vasco” Orduna. Y aunque perdí la chance de asumir en esa banca de concejal, comencé a trabajar intensamente en el interior del Departamento de Concordia, ofreciendo asesorías gratuitas como abogado, especialmente en las zonas rurales. Y en 2003 recién fui diputado provincial. En ese entonces competí en una interna con otros siete u ocho candidatos, recuerdo que Jorge Pedro Busti fue candidato a gobernador.
-Después surgió la Lista 100.
-Así es, me sumé en 2007 a un proyecto provincial como candidato a vicegobernador en la lista que lideraba Gustavo Solanas, la Lista 100. En esa elección ganó Sergio Urribarri, que era el candidato de Busti. En esa elección nosotros éramos los representantes del Frente para la Victoria bajo el liderazgo (nacional) de Néstor Kirchner. La Lista 100 tenía un gran armado territorial, contábamos con el apoyo de la mayoría de los intendentes; pero se dio el triunfo de Urribarri, En el 2010 me convoca Urribarri para ser coordinador de la Región de Salto Grande, luego fui senador departamental donde ejercí la presidencia del bloque durante cuatro años. En 2015 fui electo intendente de Concordia y fueron cuatro años difíciles. Si bien llevamos adelante una gestión de gobierno que fue muy bien valorada por la gente porque fuimos reelectos en las elecciones de 2019. Y en esos cuatro primeros años me permitió construir desde la Federación Argentina de Municipios, donde presidí el Bloque Federal de Intendentes Peronistas, porque fui la voz de los intendentes del peronismo de la Argentina junto con Verónica Maraglio y otros intendentes importantes del conurbano bonaerense como Juan Horario Zabaleta, Gustavo Arrieta, Juan José Mussi, el propio Jorge “Coqui” Capitanich del Chaco, y a partir de ahí empezamos a construir en el Frente de Todos una política fuerte para plantearle a nuestro candidato a Presidente que era Alberto Fernández que tenga una visión más federal y con una participación real de políticas que impacten en los municipios. Porque veníamos de cuatro años de (Mauricio) Macri donde nos sacaron los Fondos de la Soja, el Plan Remediar, el Conectar Igualdad, y todos programas y planes en que se retiró el gobierno nacional de Juntos por el Cambio y por el cual los intendentes tuvimos que hacer frente.
(La nota completa en la edición 1134 de la revista ANALISIS del jueves 15 de septiembre de 2022)
