La historia del basquetbolista Lucca Giuliani

De la cantera de Patronato a la Liga Nacional de Básquet

Edición
1164

El paranaense buscará esta temporada contar con minutos en la Liga Nacional de Básquet con la camiseta de Instituto de Córdoba, donde arribó tiempo atrás y tuvo mucha acción en la Liga Desarrollo. Antes, jugó en Ameghino en la Liga Argentina y un poco de tiempo más atrás se formó en la entidad Rojinegra de la capital entrerriana. El joven jugador charló con ANÁLISIS, repasó su carrera, señaló sus desafíos y se planteó objetivos de cara al futuro.

 

Por Álvaro Moreyra

En un país que respira fútbol, la actividad que acapara prácticamente la atención de todos, los otros deportes no tienen tanta visibilidad, de todas maneras, sigue mostrando aristas y se las ingenian para dejar la a vista historias que merecen ser contadas.

Una de ellas tiene que ver con un basquetbolista nacido en la ciudad de Paraná: Lucca Giuliani.

Este joven talento es uno de los tantos soñadores que anhelan con jugar Liga Nacional de Básquet, primero, y luego pegar el salto a alguna competición europea, tal vez la Liga de España, la principal del Viejo Continente. O quizás a alguna otra competición, de esas importantes en esta parte del mundo.

Patronato fue el escenario de sus primeros dribles y bandejas, más en la adolescencia ya volcándola tal vez, Lucca emprendió un viaje que lo llevó a cruzar caminos con la Liga Argentina de Básquet y también la Liga Desarrollo de la LNB.

Hoy, con la camiseta de Instituto de Córdoba como una segunda piel, su historia se convirtió en el reflejo de una ilusión que se construye con esfuerzo, valentía y también talento.

Luca, desde Córdoba

El paranaense Giuliani no es solo un interesante jugador de básquet; también es un joven que, con la mirada puesta en el futuro -en el corto plazo-, deja bien claro con sus expresiones que los grandes saltos siempre empiezan con un pequeño gran paso.

ANÁLISIS charló con él y dejó sus sensaciones acerca de su presente en La Gloria cordobesa. “En la Liga Desarrollo de la LNB tuve un ligero tiempo de adaptación, sobre todo al sistema de juego el año pasado, sobre todo al estilo. Fueron varias cosas que me costaron aprender, pero en general las llevé bien con mis compañeros, con los profes, y terminé de manera positiva la segunda mitad del año”, explicó en el comienzo.

Enseguida agregó: “Con el plantel de Liga Nacional me sentí bastante cómodo, los jugadores, el cuerpo técnico, no te tratan como un juvenil más, sino que hacen todo lo posible para que te sientas lo más placentero o familiarizado que se pueda. Con la adaptación también me ayudó Fausto Moussa, también paranaense, que cuando jugaba en Patronato no lo conocía mucho, pero el primer día en Instituto hizo que me sienta bien con lo demás chico de la pensión. También uno que me ayudó mucho fue Lucas Alberti, que es un compañero que tuve en Ameghino y que ahora está conmigo en Instituto”.

 

- ¿Un día en el club cómo es?

-Para empezar la mayoría de los días empezamos el primer turno cerca de las 12, terminamos a las 14. De ahí volvemos a la pensión y almorzamos. Cerca de las 19, tenemos el segundo turno y con el tema del estudio lo llevo bastante cómodo porque hace aproximadamente dos años estoy haciendo un colegio a distancia, así que me puedo hacer mis propios horarios para el estudio. La verdad es que estoy cómodo.

 

(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1164, del día 18 de septiembre de 2025)

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