
El periodista de Salta, Héctor Alí, brindó detalles de las nuevas investigaciones que se están llevando adelante por la desaparición de la joven María Cash, ocurrida en 2011.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Alí sostuvo que “el de María Cash es uno de esos casos pendientes, que tuvo mucha repercusión en su momento cuando desapareció la diseñadora. Había salido desde Buenos Aires rumbo a la provincia de Jujuy, donde llegó, después regresó a Salta y anduvo por distintos lugares hasta que se le perdió el rastro el 8 de julio de 2011, en un lugar que se conoce como la rotonda de Torzalito en el Departamento de General Güemes. A partir de ese día, María Cash está desparecida. La causa primero estuvo en la justicia provincial y después pasó a la justicia federal ante la suposición de que podría tratarse de un caso de trata de personas”.
Detalló que “a partir de ahí empezó una investigación de 13 años en la cual primero estuvo el juez federal Miguel Medina, que tuvo que seguir un rastro de 4.000 denuncias aproximadamente que hacía llegar la gente imaginando que podría cobrar una recompensa de cinco millones de pesos. Durante muchos años no hubo ninguna prueba ni del paradero ni de los responsables de su desaparición”.
“Cuando se jubila el juez Medina, lo reemplaza la jueza Mariela Giménez, y esta causa se lleva delante por el código anterior que era mixto, pero actualmente Salta y Jujuy tienen el código con el sistema acusatorio, donde la acusación la llevan los fiscales, y la que dirige el proceso es la jueza. En este caso, el fiscal General de Salta, (Eduardo) Villalba entendió que había que hacer un refresh del expediente y puso a su personal a trabajar. Esto hizo que hace algunas semanas se convocara a declarar a las últimas personas que habían declarado en la causa y que dijeron haber visto a María Cash en la rotonda de Torzalito en una estación de servicio. Esto trajo nuevamente a declarar al camionero Héctor Romero que había sido el último que vio a María Cash y dijo haberla transportado desde ese lugar hacia tres lugares distintos: la ermita de la Difunta Correa, posteriormente a una finca y por último el paraje Palomitas, que son todos lugares cercanos con pocos kilómetros de distancia entre sí. Esto llevó a sospechar de este hombre y volver a analizar todo su recorrido”, describió.
Apuntó que el camionero “trabaja para un distribuidor de mercadería de la localidad de General Güemes y hacia un recorrido prácticamente cotidiano desde Güemes hasta Joaquín V. González, y en ese trayecto fue que encontró a María Cash en la estación de servicio pidiéndole a los camioneros quién la podía transportar. Este hombre, en las sucesivas declaraciones que fue haciendo, cae en incongruencias respecto de adónde la había dejado. A partir de ahora se lo investiga más a fondo y comienza el rastreo tecnológico a través de las celdas de su celular para ver por dónde anduvo y adónde se detuvo, y se detecta que ese día este hombre alteró la rutina de su recorrido permaneciendo más tiempo en Joaquín V. González y demorándose mucho más de lo que lo hacía habitualmente. Todo esto hace suponer a los investigadores que esas demoras se dieron por el caso de que se hubiera ocupado de desentenderse de un cuerpo luego de haber cometido un asesinato”.
Advirtió que “son pruebas deductivas que saca la Fiscalía para inculparlo como responsable de homicidio calificado, con el agravante de la alevosía, que es lo que llama la atención”.

En cuanto al paso del tiempo para hacer este trabajo judicial, el periodista indicó que “es la gran pregunta, porque hasta que renunció el doctor Miguel Medina nada de esto se había tomado en cuenta, es decir que fueron 11 años aproximadamente. Y el detalle es que Medina cada seis meses daba un informe de todo lo había hecho en la causa, las búsquedas infructuosas, el seguimiento de los llamados, etc. Hace dos años la causa queda en manos de la nueva jueza, la toma el fiscal General y decide que, ante la falta total de indicios, era necesario volver todo para atrás y empezar de cero. En ese empezar de cero aparecen estas declaraciones, y como siempre el último en ver a la víctima es el principal sospechoso, aparece de nuevo Romero y empiezan a revisarse sus declaraciones que fueron los primeros días luego de la desaparición”.
“Hace unos cinco años se revisaron estas declaraciones producto de lo cual se hicieron rastrillajes en la zona cercana donde este hombre dijo que la había dejado. Vino personal de Buenos Aires, con perros y demás, en una zona de monte espinoso, muy agreste, donde estuvieron más de una semana buscando y no encontraron nada. Y ahora con esta reactivación empezaron a declarar varias personas, entre ellas dos empleados de la estación de servicio de Torzalito que dijeron haberla visto y que parecía que la chica estaba perdida o alterada, aunque ella les dijo que estaba bien, que no le pasaba nada, y también declaró otra persona que dijo haberla visto en ese lugar donde ella se sube al camión de Romero y desaparece”, contó.
Agregó que “antes de ayer lo detienen a Romero en la casa de su hija, lo trasladaron a la sede de la Policía Federal, y ayer entró a declarar en audiencia de imputación. Primero se negó a declarar y después de un cuarto intermedio aceptó declarar donde negó todos los cargos que se le estaban efectuando. Dijo que era inocente, que no le había hecho nada malo, insistió en el lugar donde la había dejado y en este momento está con prisión preventiva, aunque está en duda si puede permanecer con prisión efectiva por su edad, porque tiene 71 años. Su abogado defensor ya dijo que es inocente, los representantes legales de la familia Cash dicen que, por ahora, no pueden dar declaraciones, y el fiscal ayer a la salida de la audiencia insistió con la tesis de la prueba de la incongruencia y de la prueba deductiva por el cambio de rutina en los viajes que hacia el camionero”.
“Lo que llama la atención a Fiscalía que un hombre que hace tantas veces el recorrido no se acuerde correctamente en qué lugar la dejó, porque dijo tres lugares distintos que son todos puntos cercanos del recorrido. Allí se ve una incongruencia. Y además en las demoras que no eran habituales en él respecto de lo que duraba el viaje, tanto de ida como de vuelta”, reiteró.
Asimismo, planteó que las nuevas investigaciones “es producto de una revisión que pide el fiscal Villalba, donde todos los que declararon en aquel momento ratifican lo que habían dicho, no se equivocan en nada, pero el camionero cuando vuelve a declarar, vuelve a confundir la investigación sin dar el punto exacto de dónde la dejó, diferenciándose de las otras dos versiones que había dado. En base a eso, a que fue la última persona que la vio con vida y al recorrido que altera, se lo acusa. Llama la atención también porque el fiscal Villalba reiteró esto de las pruebas deductivas, reconociendo que no hay pruebas materiales. Y encima con una calificación tan severa como es homicidio calificado con alevosía, lo que hace dudar porque no está el cuerpo”.
Finalmente, el periodista informó que “la novedad ahora es que se iniciarían otra vez rastrillajes, muy lejos de donde se hicieron la vez anterior, en una zona de Joaquín V. González en una extensión de unos 30 kilómetros aproximadamente, así que será una búsqueda como de una aguja en un pajar, y más con todo el tiempo que pasó”.