El Tribunal Oral Federal de Paraná integrado en forma unipersonal por Lilia Carnero condenó el martes a Flavio Santini a cuatro años y nueve meses de prisión por trata sexual de una menor. Al leer el adelanto del veredicto, informó que hizo lugar a la prisión preventiva solicitada por el fiscal general José Ignacio Candioti. En la resolución explicó los fundamentos, fundamentalmente por la gravedad de la conducta. Y, de acuerdo a lo establecido en el nuevo Código Procesal Penal de la Nación, estableció una modalidad morigerada de la medida cautelar: la prisión preventiva domiciliaria, monitoreada con tobillera electrónica. Los fundamentos se conocerán la próxima semana, supo ANÁLISIS. Se trata de la cuarta condena por trata en el año en la provincia.

Candioti había solicitado cinco años y dos meses de prisión efectiva, y consideró que correspondía el dictado de la prisión preventiva, porque había peligro de fuga por la pena alta, y que existía el peligro que intente tomar represalia contra la víctima, la familia o el testigo, quien en el juicio había pedido pidió declarar sin la presencia del imputado por temor.

Por su parte, el defensor solicitó la absolución de Santini por el beneficio de la duda, al considerar que no había pruebas directas que lo implicaran con el hecho que le endilgaron.

El caso

El 17 de diciembre de 2011, a las 17.05, un muchacho recibió un mensaje de texto de su amiga: “Se está poniendo feo, tengo miedo, ayudame”. Dos horas después, a las 19.09, desde el mismo número de línea, el joven recibió otro mensaje que decía: “No hagas nada, si no cagó la pendeja”. Inmediatamente, le avisó a la madre de su amiga, quien fue a denunciar que su hija estaba secuestrada y siendo prostituida por un hombre conocido en el ambiente de la explotación sexual de Paraná. Así comenzó la causa que terminó el martes con Flavio Santini condenado por Trata sexual de una menor de edad, a la pena de cuatro años y nueve meses de prisión, informó UNO.

El juicio se desarrolló la semana pasada, en el Tribunal Oral Federal de Paraná integrado en forma unipersonal por Lilia Carnero. Por la acusación pública actuó el fiscal general José Ignacio Candioti y por la defensa el abogado Juan Pablo Temón. La declaración del joven amigo de la víctima fue clave, así como de los policías que participaron de la búsqueda y rescate de la adolescente de 14 años. También resultó fundamental el testimonio introducido por lectura de la madre de la chica y, principalmente, la declaración de la víctima en Cámara Gesell, cuyo video fue reproducido en la audiencia. En esa instancia, la menor había contado con detalles cómo Santini la tenía cautiva, la explotaba sexualmente con adultos y que temía por su vida.

En los alegatos realizados el viernes, el fiscal aseguró que se había logrado probar el delito de Trata sexual en la modalidad de acogimiento, y que el bien jurídico protegido por la norma que es la libertad, se vulneró porque había una clara cosificación de la víctima porque Santini la ofrecía y la hacía prostituir con personas mayores de edad, a aveces concretando los encuentro en su domicilio de calle Loas Dragones de Entre Ríos, por donde los clientes pasaban a buscarla y la llevaban a otro lugar.

Una camioneta Ford Ranger roja también fue valorada por Candioti como una prueba clave. Una testigo había contado que vio cómo sacaban de los pelos a una chica de una vivienda y la subían a un vehículo de esa marca y color. Esto coincide con un informe elaborado por la División Trata de la Policía, en el cual se plasmaba que Santini se movilizaba en una camioneta igual a la descripta por esa mujer. A su vez, el día del allanamiento a la casa del imputado, encontraron estacionada una Forda Ranger roja en la puerta de la vivienda. Ese día no la encontraron a la víctima allí, porque la habían escondido en una casa vecina. Fue la día siguiente, cuando rescataron a la menor en la zona de avenida Ramirez sur.

A su vez, el fiscal mencionó que una sentencia anterior por Trata del TOF de Paraná, donde se condenó a un hombre de apellido Altamirano, ya lo señalaban a Santini como un reconocido “fiolo” y que se dedicaba a explotar sexualmente a chicas jóvenes. Ya había una denuncia contra él y además, tanto la madre de la víctima de este como el amigo, habían declarado que Santini era un conocido explotador sexual de Paraná y a muchos les llamaba la atención cómo nadie hacía nada y que contaba con protección. De hecho, se mencionó que el día del allanamiento en su casa, pudo sacar a la menor hacia la vivienda vecina porque estaba avisado del procedimiento.