Con un contundente mensaje a su familia, una joven colonense cuya búsqueda de paradero se activó el 20 de abril último, rompió el silencio a través de una publicación en una cuenta de Facebook, en la cual asegura no estar extraviada y no querer mantener contacto con quienes recurrieron a la Justicia con el objetivo de dar con su paradero.

Un comunicado del Servicio de Información y Comunicación del Poder Judicial de Entre Ríos, a pedido de la Unidad Fiscal de Colón, hacía referencia a las características físicas de la joven -de 27 años - y a la última fecha en que habría mantenido contacto con su familia en Entre Ríos mientras residía en Córdoba.

Con su nombre y rostro viralizados en las redes sociales, trascendió que habría tomado contacto con algunos medios de comunicación de la provincia, requiriendo que retiraran el aviso que daba cuenta de su búsqueda.

En diálogo con El Entre Ríos, la fiscal a cargo de la causa, Noelia Batto, dio a conocer que la madre realizó una denuncia refiriendo que en 2018 su hija se fue a Córdoba y perdió contacto con la familia durante un tiempo, comunicándose solo con una amiga por Facebook. A su hija de 9 años la dejó con su papá y una vez por mes la llamaba, siendo el último contacto a mediados de 2019, a través de una supuesta carta recibida por el hombre -con la que ya no contaría-, la que fue interpretada a modo de despedida.

Hace tan solo un mes la madre se enteró de la existencia de esa carta, lo que la motivó a efectuar la denuncia de búsqueda de paradero, preocupada por el destino de su hija.

“Activamos los protocolos y del informe surgió un domicilio en Córdoba. Luego de un mes de no obtener datos, comunicamos a Prensa Superior para que se publique en los medios”, señala la Dra. Batto.

“Antes de ayer recibimos un llamado en mesa de Fiscalía, supuestamente de esta chica, en el que refería que ella nunca había desaparecido y manifestando su descontento porque se hubiesen publicado sus fotos. Le explicamos que debía recurrir a la comisaría más cercana a su domicilio o donde se encontrase, para exponer que estaba en buenas condiciones y por sus propios medios en ese lugar, y que necesitábamos su firma. Más allá de que por los datos que aporta uno puede presumir si es ella o no, no podemos levantar una búsqueda de paradero con un simple llamado que puede haber sido hecho por otra persona”.

“Al día siguiente la madre nos manifestó que su hija se habría comunicado con una amiga a la que le dijo lo mismo que a nosotros. Sin embargo ella decidió no levantar la denuncia, ante la duda de que sea su hija”.

Por lo tanto, “continúa vigente la búsqueda de paradero hasta que no tengamos una prueba fehaciente de que es ella”, concluye la fiscal.