Comienza la etapa de análisis y procesamiento del material secuestrado en los 16 allanamientos realizados el jueves de la semana pasada en el marco de la causa por evasión fiscal contra la familia Villegas, propietaria de la cadena de farmacias que lleva su apellido. Se van conociendo detalles de los procedimientos a cargo de AFIP y de Gendarmería Nacional. La Justicia Federal recaratuló el expediente y al delito de evasión tributaria se sumó el lavado de activos.
Este martes se realizó el depósito judicial bancario de todo el dinero secuestrado, en 10 monedas diferentes, que, según el detalle obtenido por ANÁLISIS, es el siguiente:
La mayoría de los allanamientos se desarrollaron con normalidad, aunque en algunos quedó de manifiesto el malestar de algunos integrantes de la familia mientras se buscaban pruebas para la causa judicial.
Por ejemplo, en la propiedad ubicada en calle Mitre, frente al Rosedal en pleno Parque Urquiza, Fabián Villegas mantuvo un tono altanero y prepotente ante el personal que llevaba adelante la medida judicial. En un momento, les dijo algo así como que sería bueno que explotara una bomba en el lugar para que afectara a los agentes de AFIP y saliera en todos los medios. Una gendarme le respondió aclarándole que él ya estaba en todos los medios, ya que la noticia de los allanamientos era de lo que todos hablaban en la ciudad.
En la sede central de la farmacia de calle Don Bosco y Sosa Loyola, la situación transitó con total tranquilidad, ante la presencia de la dueña Raquel Lissa. Aunque los gendarmes debieron llamarle la atención a la mujer cuando expresó su desacuerdo con el secuestro de los más de 50 millones de pesos que la Justicia ordenó secuestrar, porque podía estar ante una situación de desacato o entorpecimiento del procedimiento.
En el depósito ubicado en calle Blas Parera hallaron una gran cantidad de medicamentos, mientras que en la quinta que poseen en calle Isabel la Católica del Acceso Norte, secuestraron una causa con documentación de interés para la causa.
Las requisas en el estudio contable de Gustavo Passadore y Juan Carlos Kochendorfer se desarrollaron con normalidad, pero por los elementos hallados (dinero, documentación y celulares) se extendieron hasta pasada la medianoche del jueves. Hubo un reparo respecto del efectivo hallado (unos 4.000 dólares), ya que referían que era de clientes; mientras que en el domicilio de uno de ellos se encontraron 40.000 dólares ocultos en el respiradero de una pared.
Asimismo, este miércoles se abrieron las cajas con la documentación secuestrada en los allanamientos. Entre lo que se encontró, están los detalles de las operaciones en negro con las construcciones de parte de los contadores. Por ejemplo, en una escribanía se encontró el boleto privado de compra venta de un inmueble de calle Corrientes, donde consta el valor real de la operación, por 180.000 dólares, mientras que en la escritura figuraba 140.000.