Losardo presentó su renuncia ante el presidente y será la embajadora ante la Unesco.
A menos de 24 horas de que el presidente Alberto Fernández anunciara que Marcela Losardo, ministra de Justicia y Derechos Humanos, “estaba agobiada” y que le estaba buscando un reemplazo, la abogada presentó su renuncia y aceptó el ofrecimiento de ser la representante Argentina ante la Unesco.
Fuentes oficiales confirmaron a La Nación la información y agregaron que aún no se definió quién será el reemplazante de la mujer, que era amiga personal y colega del Presidente desde su época de estudiante en la Universidad de Buenos Aires.
De esta forma, Losardo, la quinta funcionaria de primera línea en dejar el Gabinete, ocupará el lugar de Fernando “Pino” Solanas, quien murió en noviembre por coronavirus Covid-19 mientras estaba en París.
Anoche, en una entrevista por el canal C5N Fernández confirmó había contado que Losardo le “planteó su idea de dejar el cargo porque cree que el tiempo que viene necesita otra actitud”, por lo que explicó que debía encontrar un reemplazante para conducir esa cartera.
“No quiero que se vaya, pero manifestó su decisión y vamos a ver como lo ordenamos”, había explicado el mandatario y agregó: “Es una cuestión de tiempo y tengo que conseguir un reemplazante porque ella es muy importante”.
La danza de nombres para reemplazar a la amiga del Presidente
Consultado sobre quienes fueron mencionados como posibles reemplazantes, entre ellos el diputado nacional Martín Soria y Ramiro Gutiérrez, Fernández consideró: “A ellos los conozco, son prestigiosos, pero hay que ver”, porque “a todos los salpican antes de empezar a hablar”.
“A Martín lo conozco hace muchos años, como él ha entrado en la comisión de Justicia (de Diputados) hablamos mucho en este tiempo. Gutiérrez es de la cátedra de (Eugenio) Zaffaroni, lo conozco mucho. Tengo que tomar una decisión”, informó.
También subrayó que “confía” en que la Cámara de Diputados avanzará con la puesta en marcha de la Comisión Bicameral que tiene como objetivo analizar el funcionamiento del Poder Judicial.
“Si hubo un tiempo opaco en la Justicia, vamos a terminarlo”, planteó el mandatario. Y amplió: “Creo en el Estado de Derecho, no soy una persona que echa ni pone jueces, pero el Congreso sí puede investigar la actuación de los jueces”, algo que a algunos “le puede molestar pero que está en la Constitución”.
Por otra parte no consideró como una “amenaza” los dichos del fiscal Carlos Stornelli, quien había advertido que hablaría de “hombre a hombre” con el mandatario cuando dejara el cargo, debido a que lo considera “poco serio y está demasiado desacreditado el ‘amenazador’”.
“Si de algo me enorgullezco discípulo de Esteban Righi, quien sufrió mucho, estuvo en el exilio, ocho años en México, y él jamás renegó del estado de derecho”, indicó Fernández, y expresó que “le cuesta a la justicia a sí misma porque construyeron un sistema indefendible”.