El intendente de Crespo, Juan Carlos Brambilla (PJ), dijo que el cuestionamiento de los concejales sobre la eliminación de documentación “innecesaria” del municipio, se debe a que “están molestos por otras cuestiones. En una actitud política quieren hacer un poco de bulla”. La polémica se suscitó a raíz de la intención del presidente municipal de eliminar documentación administrativa correspondiente al período que comprende los años 1987 y 1998. De todas maneras, el presidente municipal confirmó que dio marcha atrás con la idea de incinerar los papeles.
Brambilla, quien previamente se ha desempeñado como empleado municipal en el archivo de la comuna, aseguró “conocer bien el tema”, y destacó que lo que exige el Tribunal de Cuentas de la provincia es mantener “diez años y el corriente” en cuestión de documentación municipal, tal lo explicado a LT 14.
El actual jefe comunal dijo que, tal lo que se acostumbra desde gestiones anteriores, se pretendió mantener la documentación hasta el año 1992 inclusive y eliminar el resto, previa notificación del detalle de los papeles a incinerar al Concejo Deliberante, ya que es el cuerpo legislativo el que tiene que dar la aprobación para cumplir con el trámite de rigor.
El problema se generó porque los concejales de la oposición elaboraron una resolución por la cual disponen que los papeles públicos que pretenden incinerar, sean previamente archivados de manera digital. Este proyecto ya tiene estado parlamentario pero los concejales opositores consideran que la incineración no puede realizarse hasta tanto el cuerpo se expida sobre la conveniencia de digitalizar los archivos a descartar, e inclusive indicaron que el Ejecutivo incurrirá en un delito si incinera la documentación sin haberse tratado la resolución.
Como fundamento, aportaron que la quema derivará en la pérdida definitiva de documentación municipal de valor histórico y político, “cuya relevancia es innegable”. Además, indican que “es deber del Concejo Deliberante como organismo de contralor evitar que desaparezca información y antecedentes municipales”.
Brambilla aclaró que no se iba eliminar documentación sobre empleados y otra específica que se deriva al archivo histórico del municipio, sino que es la papelería contable que se torna innecesaria y ocupa lugar “que al archivo no le sobra”.
La pretensión de los concejales era que se “scaneara” toda la documentación lo cual el intendente calificó de “imposible” por la cantidad de papelería que debería procesarse informáticamente. Finalmente, Brambilla dijo que, ante el cuestionamiento de los concejales, no eliminará la documentación pero solicitará un espacio en el Concejo Deliberante para archivarla.