Jorge Riani
Por primera vez en décadas, la provincia registró un saldo favorable en los números de su economía. Pero pese a haberse dado una ganancia limpia de más de 53 millones de pesos durante el primer semestre de este año en las arcas entrerrianas, los salarios que paga el Estado se encuentran depreciados como en los peores momentos de las últimas crisis. Porque mientras los sueldos cayeron un 33 por ciento, los precios se dispararon en el orden del 55 por ciento. Además, mientras el gobierno cuenta cada vez más dinero que recibe por coparticipación, en Entre Ríos sigue habiendo más de 250.000 niños pobres, 125.000 en situación de indigencia y 190.000 en riesgo nutricional.
El superávit de más de 53 millones de pesos que alcanzó la mitad del ejercicio fiscal en curso, marca un récord en Entre Ríos. El saludable número surge de restarles a los 1.983 millones de pesos de ingresos totales, los 1.930 millones de pesos de gastos totales.
Los números que revela el Ministerio de Economía de la Nación indican que a la provincia de Entre Ríos arribaron 1.326 millones de pesos de origen nacional en estos primeros seis meses, y a eso se le suman los 416 millones de recaudación en el territorio provincial.
Las cifras positivas sobre los balances no fueron soñadas ni por funcionarios nacionales y mucho menos por los hombres del gobierno entrerriano. De esto da cuenta el economista Abraham Gak, uno de los fundadores del Plan Fénix, al decir que “en el año 2002 dijimos que Argentina podía crecer en 2003 al nueve por ciento. Los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) eran del cuatro por ciento; los del gobierno también hablaban del cuatro por ciento. Nosotros dijimos un nueve por ciento, y salió un 8,8”, dijo el experto en Economía al dialogar con ANALISIS.
Esto explica que desde que Jorge Busti asumió su tercera gestión, el dinero que llega de la Nación no ha dejado de crecer. El entonces gobernador Sergio Montiel no podía creer cuando en el mes de junio de 2003 vio llegar 79,07 millones de pesos. Muy poco comparado con los 139,7 millones que la gestión del concordiense recibió complacida un año más tarde, es decir en junio de 2004. Los festejos de entonces no daban lugar a más optimismo, de modo que pocos imaginaron los hombres del actual gobierno que en junio de 2005 la coparticipación sería de 177 millones de pesos. Más del 220 por ciento de lo que recibió el gobernador radical.
En medio de la bonanza económica, el gobierno no ha podido dar ni un atisbo de solución a la pobreza e indigencia crecientes, y la ciudad del gobernador Busti sigue siendo la capital nacional de la exclusión, según las mediciones oficiales.
Sueldos en una meseta
En las puertas del décimo paro docente en el actual ciclo lectivo, el gobierno no deja de presentar como un logro la recomposición salarial, aunque de ella no se haya enterado la gran masa de los trabajadores entrerrianos. Hay una notable coincidencia en las diversas fuentes consultadas por este semanario, al indicar que los trabajadores de sueldos medios son quienes están financiando la gestión de Jorge Busti. Con el leve aumento a quienes menos cobraban, se ha originado una depresión del salario medio y una verdadera depredación en el concepto de la responsabilidad. Hoy, un directivo de escuela o un jefe de sección cobra apenas unos pesos más que quien menos percibe, y eso alteró el ecosistema laboral-salarial.
Una fuente identificada con las huestes justicialistas admitió que “el actual ajuste es superior al peor imaginado por (Ricardo) López Murphy y (Domingo) Cavallo. ¿Por qué no explota la situación? Porque la dirigencia sindical ha sido cooptada por el gobierno entrerriano”, reflexionó. Y fue más lejos: con una Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que ha alimentado fuertemente la grilla de funcionarios provinciales, con una Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) que es una sucursal del Partido Justicialista, con una Asociación Judicial de Entre Ríos (AJER) que -en buena hora- festeja el aumento del 38 por ciento que no logró desenganchar el actual gobierno; con todo eso, la voz más fuerte de reclamo queda en la garganta seca de los docentes.
En la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) saben de lo que hablan cuando reclaman por la distribución de la riqueza ya. La secretaria general de la conducción central del gremio, Marta Madoz, recitó casi de memoria los saludables números que gozan las arcas provinciales. “De los tributos provinciales en recaudación, de enero a mayo de 2004 con relación a 2005, hay un crecimiento del 18,65 por ciento, lo que en términos nominales significa un incremento de 30 millones de pesos”, dijo al ser consultada por ANALISIS.
“Hubo un incremento del 54,90 por ciento de los ingresos federales, entre 2003 y 2004. Y en materia de coparticipación hubo un crecimiento de 109 millones de pesos entre 2003 y lo que va de 2005”, agregó la gremialista docente. Según la grilla que dio a conocer, en 2003 se recibieron 224 millones de pesos coparticipados del gobierno central; en 2004 fueron 384 millones, y en el primer semestre del actual año ya se habla de 468 millones de pesos.
(más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)
