P. R.

Este fin de semana el fútbol de nuestra provincia comenzará nuevamente a ilusionarse. La participación de Patronato y Atlético Paraná de nuestra localidad, más la presencia de Juventud Unida de Gualeguaychú y Atlético Uruguay de Concepción del Uruguay despertó importantes expectativas en la necesidad y urgencia de buscar un ascenso que permita contar con una entidad entrerriana en los certámenes más trascendentales del fútbol argentino.

A partir de este domingo comienza una nueva edición del exigente Torneo Argentino B, la cuarta categoría del balompié nacional. Y en este marco, cuatro conjuntos entrerrianos irán por la gloria, cada uno con sus aspiraciones.

En sí, intentarán dar la lucha para tratar de alcanzar uno de los tres ascenso que tendrá esta categoría rumbo al Torneo Argentino A. Claro está que el desafío es tan complicado como complejo. De hecho, este campeonato es considerado el más extenuante de todas las competencias de nuestro país. No sólo porque es uno de los más largos, sino porque en total son 48 equipos que, al margen de sus limitaciones y sus cualidades, tienen similares criterios para salir en busca de sus objetivos.

Organizado por el Consejo Federal de la AFA, este Torneo Argentino B nutre de buena manera la semilla siempre latente del fútbol, criatura que más allá de algunos cimbronazos mantiene en júbilo sus torneos más federales.

Los cuatro conjuntos entrerrianos integrarán el Grupo E junto a Sportivo Belgrano de San Francisco, 9 de Julio de Morteros y Libertad de Sunchales, una zona que según los entendidos se muestra pareja y sin claros favoritos.

Para la primera fecha, a jugarse este domingo 4 de septiembre, se enfrentarán Paraná-Juventud Unida, Atlético Uruguay-Patronato y 9 de Julio-Libertad, quedando libre en esta oportunidad el equipo de Sportivo Belgrano.

Si de analizar previamente los equipos se trata, es cierto que ninguno se armó con jugadores de renombre, sino que la apuesta estuvo dada en futbolistas con más hambre de gloria que talentos conocidos.

Patronato sale a la cancha con el karma que lo viene persiguiendo desde hace tiempo. La necesidad de querer ascender cueste lo que cueste lo ha llevado a cometer errores que hoy lo perjudican en el armado de su equipo. Sin tantos valores del club, debió salir al mercado para contratar un grupo de jugadores que refuerce la plantilla. Bajo la flamante Comisión Directiva de Miguel Hollman, contrató un entrenador con un perfil acorde a las necesidades de la entidad: trabajador, sencillo y sin demasiadas frases mediáticas ni promesas fuera de lugar.

Claro está, a diferencia de otras temporada, su equipo no sobresale por el plantel lleno de figuras indiscutidas sino que, por el contrario, priorizó las ganas de progresar de sus jugadores por encima de cualquier otro interés. Su plantel está bien repartido entre juveniles de buena técnica y futbolistas con suficiente experiencia. Indudablemente la intención es pelear la clasificación y a partir de ahí dar el zarpazo para ir en busca del tan ansiado ascenso.

Atlético Paraná reservó para esta ocasión un perfil más bajo. Prácticamente con la misma base del plantel que disputó el torneo regional de la temporada pasada, para jugar este campeonato contrató refuerzos que pueden dar sorpresas agradables.

El entrenador Rolando Barrera no dudó en señalar que el objetivo es salvarse del descenso e intentar llegar lo más arriba posible.

Para esta apuesta la fusión Paraná-Universitario de Libertador San Martín creyó nuevamente en los valores de la zona para remontar un desafío importante. A lo sumo, y para contar con más experiencia, trajo cuatro refuerzos provenientes del fútbol paraguayo.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)