Marcelo Comas

La actualidad del pugilismo en la capital provincial marca una volcada tendencia hacia la disgregación entre los que conducen la Comisión Municipal de Box y los promotores, responsables de mantener con vida la disciplina. En nuestra ciudad sólo existen dos personas habilitadas a tal efecto: el ex boxeador y ahora entrenador Roque Romero Gastaldo y el publicista José María Bustamante. Sin embargo, sus proyectos e ideas corren por distintas veredas. El motivo del conflicto radica en que desde el organismo oficial se solicita a los organizadores un canon más alto si quieren llevar adelante festivales en la ciudad de Paraná. En virtud de esta medida se abrió un fuerte debate que puede resentir el crecimiento del pugilato en la capital provincial.

El promotor paranaense Roque Romero Gastaldo se mostró ofuscado por la decisión de la cúpula de la Comisión Municipal de Box de aumentar el canon que habilita para organizar festivales pugilísticos en la capital entrerriana. En un principio el precio exigido era de 600 pesos y hace unas semanas esa cifra se incrementó a los 1.200 pesos, lo que significa una suma bastante importante para las arcas del responsable del gimnasio del Club Ministerio.

El reclamo de siempre fue el renacer del box local. Entonces, una y otra vez se montaron espectáculos pugilísticos que se empeñan en levantar el dormido deporte de los puños en esta ciudad. Es por eso que se pusieron en marcha desde las Escuelas Municipales de Deportes, los gimnasios en los cuales se practica la disciplina.

Todos los principiantes sueñan con emular algún día la gloria alcanzada por el Dinamitero Pedro Rohr; también aportaron lo suyo para darle otra categoría al box paranaense nombres como el de Luciano Amatti y Roque Romero Gastaldo -hoy promotor-, que pretenden darle el impulso necesario al viril deporte de los puños. En definitiva, se trata de un proceso que se inicia en el campo amateur, años donde se transita el ring con protección de cabezales, entrenamientos con largas horas de sacrificio, hasta alcanzar notoriedad en el campo rentado soñando con protagonizar combates estelares en Buenos Aires y, por qué no, ilusionarse con tirar guantes en el exterior.

Roberto Lubo es el encargado de uno de los gimnasios dedicados a la enseñanza del boxeo en Paraná. En calle Rocamora 652 prepara a jóvenes con proyección dentro del cuadrilátero. Lubo, además, se desempeña como manager. Otros de los que ejerce la docencia en materia de pugilismo es Justo Evangelista Martínez, más conocido como Nocaut, que para muchos ya vio pasar su cuarto de hora en esto de intercambiar golpes con la finalidad de voltear al adversario. Martínez trabaja junto a su hermano de la vida, Juan Carlos Toro Villagra, uno de los pocos púgiles en la capital provincial que se ha mantenido en vigencia. Ambos brindan su experiencia a aquellos que quieran cultivarse en el arte del boxeo. En el plano familiar, Knock out puso en escena a sus dos hijos: Maquinita y Tacuarita.

La visión de Gastaldo

Roque Romero Gastaldo quizás sea el promotor más respetado en la ciudad de Paraná, ya que se ha ganado fama de hombre responsable y serio a la vez en esto de formar futuros campeones. Es más, por estos días en su gimnasio del Club Ministerio, moldea en soledad a la promesa más firme del pugilato local: Ulises Cloroformo López, valor que apunta a consolidarse a medida que va alimentando su record en calidad de profesional. Los que conocen el ambiente afirman que es un joven con posibilidades de llegar lejos, aunque todo depende de su constancia en entrenar y mantener la cabeza bien fría a la hora de enfrentar rivales. La próxima presentación del oriundo de Villaguay se producirá el 2 de junio en la capital provincial.

Acerca de la polémica generada en torno al canon que se debe abonar para realizar una velada boxística, el entrenador manifestó que por este motivo decidió trasladar sus espectáculos a la localidad de San Benito y todo porque “nos han aumentado el canon; desde 550 nos han pasado a cobrar 1.200 pesos. Entonces para el boxeo que uno hace no alcanzan los borderaux”. Las razones que motivaron a las autoridades municipales a decidir este incremento se tienen que buscar “en la figura del presidente de la Comisión Municipal de Box, Carlos Clemente. No estoy de acuerdo, porque él aduce que aumentan las cosas, pero a los boxeadores profesionales hace años que les pagamos 100 pesos el round. Aumentar el canon para mí es aberrante”. Según explicó el promotor a este medio, con ese dinero se les paga “a los médicos, a los enfermeros, a la ambulancia municipal, al speak, y en esa cuestión no tiene nada que ver la comuna, es mi deber incluirlo. En el caso de los largadores de peleas, que están cobrando lo mismo que un boxeador amateur peleando a tres rounds. Entonces se hace un poco pesado; directamente opté por no hacer más combates hasta tanto no se arregle la situación en Paraná”.

Sobre los beneficios que percibía a la hora de organizar festivales el ex boxeador comentó que “el programa profesional que organizaba a cuatro rounds me costaba 2.400 pesos e imagínate que tengo que pagar 3.200 pesos más, me parece que es un poco irrisorio”, por eso la intención fue “reunirme con el intendente de San Benito, pues en esa localidad es mucho más accesible, y de manera muy amable me atendieron. Además, hace muchos años que no se practicaba boxeo en ese lugar; me abrieron las puertas. El primer festival en esa localidad está programado para el 29 de abril. Queremos que el boxeo siga adelante, porque este señor Clemente dice que yo hago boxeo pobre, pero del boxeo pobre salió Ulises López, Wenceslao Mansilla, Pedro Gaitán, todos campeones entrerrianos. Hace 20 años que me muevo en este ambiente y no me van a venir a cobrarme una plata que considero que es demasiada”, aseguró.

Consultado acerca de la relación con el ente que rige los festivales boxísticos en la capital entrerriana, el manager aseguró “no estar operando con ellos, estamos muy inquietos, además me he enterado de que los médicos no cobran por la simple razón de estar afectados a la Municipalidad. El perjudicado no soy yo, son los chicos, los boxeadores que salen de abajo. A mi gimnasio concurren chicos que salen de trabajar y se van a entrenar, y se encuentran que suspendo la pelea por este señor (en alusión a Clemente)”, añadió.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)