Sandra Miguez

Dos términos dan referencia a procesos químicos complejos, que a su vez dan cuenta de los contaminantes ambientales más peligrosos: dioxinas y furanos. Ambos se refieren a un grupo de compuestos orgánicos que no se venden en ningún lugar, pero sí se dispersan por el aire, el suelo y el agua cada vez que se produce, por ejemplo, la combustión de residuos organoclorados como residuos peligrosos, domésticos u hospitalarios, algo más que frecuente en nuestra zona -sólo basta mirar hacia El Volcadero-. La ciudad se cubrió una vez más de una espesa y densa niebla de olor nauseabundo. Y aunque esto aparece como la noticia del día, para los habitantes de los barrios próximos al Volcadero Municipal –así como en otros cordones donde se vuelca basura- no hay en ello ninguna novedad. Acostumbrados a respirar sustancias tóxicas, sin tal vez saberlo, conviven con el humo como un elemento natural de su pobre subsistencia. De todos modos, a nadie sorprende que este tema y el consecuente saneamiento ambiental sean enarbolados como una consigna de campaña cada vez que se acercan las elecciones municipales. Sin embargo, nada ha cambiado en el horizonte mientras arde la ciudad.

“Vemos como algo normal las columnas de humo negro, los diferentes focos ígneos en distintas partes de la ciudad, como una postal común de nuestro horizonte”, señala Daniel Verzeñassi, del Foro Ecologista, reconociendo que el color denso y oscuro del humo permite identificar que lo que se está quemando es algún derivado del petróleo. Verzeñassi no sólo hace mención a la humareda que por estos días asoló la ciudad, sino que plantea una problemática ambiental referida a la quema de basura como modo de eliminación de los residuos. El punto en cuestión es que estas quemas sistemáticas dan lugar a la emisión de dioxinas y furanos, nombres con que se conoce generalmente a dos grupos de compuestos producidos de manera espontánea por procesos industriales -como aquellos en los que interviene el cloro- o por ejemplo en la producción del plástico PVC, de plaguicidas y disolventes organoclorados.

Del mismo modo en los procesos de combustión de compuestos organoclorados -esto es que tienen carbono y cloro en su molécula- como ocurre en los incineradores de residuos peligrosos o durante incendios accidentales de materiales o productos clorados, también se generan estas sustancias altamente contaminantes.

Así se entiende que la principal fuente de emisión atmosférica de dioxinas son los incineradores de residuos peligrosos, de residuos domésticos, de residuos hospitalarios o el uso de residuos peligrosos como combustible alterno en los hornos de cemento. Pero además del aire, la contaminación del agua es otra preocupación, como la que plantean los ambientalistas de la ciudad de Gualeguaychú, debido a las descargas de dioxinas producidas por la industria papelera, que usa gas cloro para blanquear la pulpa con que se produce papel, proceso en el cual se elaboran las dioxinas que se forman al reaccionar el cloro con la lignina de la madera.

Si bien estos términos y procesos químicos son muy complejos, es necesario conocerlos para poder entender el problema que nos aqueja y fundamentalmente cómo es que resulta sumamente dañino para la salud.

Las dioxinas policloradas (PCDDs) y los furanos policlorados (PCDFs) son los mayores responsables de la contaminación humana, ya sea por vías respiratorias así como por la piel, y cuya acumulación es almacenada por los seres vivos en el tejido graso, de lo cual un diez por ciento se encuentra en el hígado y un 1 por ciento en el suero sanguíneo.

Además de ser sustancias altamente cancerígenas, de producir molestias respiratorias y cutáneas, alteraciones hormonales, o alteraciones en el sistema inmunológico, también se ha comprobado que las dioxinas y furanos alteran el desarrollo del embrión dentro del útero materno, ya que son permeables a la placenta humana.

Pero a pesar de esta realidad, no existe una movilización social que plantee una respuesta de fondo a un problema estructural de la ciudad de Paraná.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)